La esquizofrenia es una enfermedad crónica que causa incapacidad social y laboral, con un deterioro significativo de las relaciones interpersonales y del funcionamiento de la persona. Porque son personas que interpretan la realidad de manera diferente, por la combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento, lo que hace, que con el tiempo, se transforme en un funcionamiento incapacitante.

Según la OMS, aún no hay consenso de causa única de la esquizofrenia; existe más evidencia de probabilidad, de aparición, por el factor de interacción genética y una serie de factores ambientales. También en menor medida, puede causar los factores psicosociales o el consumo de sustancias alucinógenas.

La importancia de saber predecir a que edad comenzarán a aparecer los primeros síntomas, se podrá incidir en ellos antes de que se manifiesten como un trastorno incapacitante, y lograr darle una calidad de vida al paciente.

En la Argentina, según estudios, realizados en instituciones de salud mental, se estima que el total de personas afectadas se ubicaría en el rango de 300.000 a 500.000.

Cuáles son los síntomas

Comienzan a aparecer en la adolescencia, pero también puede darse en la niñez, con cambios de comportamiento diferentes, y mal manejo de la ira. Se los describe como síntomas positivos y negativos.

Los síntomas positivos son los primeros que aparecen y están vinculados con lo que se conoce como brote, son las alucinaciones, las ideas delirantes y los comportamientos de excitación psicomotriz.

Los síntomas negativos son los síntomas relacionados a la pérdida de la voluntad, la pérdida de propósito de vida, las personas que ya salieron de su cuadro agudo, tienden a tener una apatía, pueden estar tiradas en la cama, sin hacer nada por sí mismas, sin estímulos para hacer algo para sí mismas, es decir, la voluntad está afectada.

Algo que aún sigue en investigación es el funcionamiento mental de la persona afectada, que tiene que ver con la afección de cómo piensan y cómo sienten, entendiendo las emociones y los pensamientos de funcionamientos complejos.

Puede provocar deterioro en la calidad de vida. Ese deterioro cognitivo es el que finalmente hace que el paciente esquizofrénico siga dependiendo de los otros, por lo general de su familia, sea padres, pareja e hijos. Porque no pueden desarrollar una vida independiente, el problema se da cuando la familia tiene dificultad para acompañar o no hacerse cargo del paciente que tiene recaídas constantes o brotes, y son los que buscan lograr una internación perpetua. O la persona, ante ese problema con su familia, termina en situación de calle.

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La esquizofrenia requiere tratamiento de por vida, incluso si los síntomas desaparecen, los tratamientos además de la administración de antipsicóticos, prescripta por médico, la psicoterapia, la terapia ocupacional, y el apoyo a la inserción social, educativa y laboral, pueden llevar a la persona a reducir los brotes que pongan en riesgo su vida. En general, estas personas tienen más probabilidad de que otros les hagan daño, a través de la discriminación, el mal trato o el hostigamiento. Para las personas con esquizofrenia, el riesgo de hacerse daño o de violencia hacia los demás es mayor, cuando la enfermedad no se trata, cuando deja de tomar medicación, no acude a tratamiento, comienza a tener señales de alerta que la familia no detecta, o minimiza. Casi siempre existe la comunicación de agredir o autoagredirse; la misma es confusa, puede escribir palabras sueltas, pintar de rojo algún lugar, ver armas, o robar cuchillo, o comprarse objetos relacionados a armas; siempre cambia el comportamiento habitual, de por sí diferente, a uno más extremista, no habitual.

Qué hacer

La ley de Salud mental establece la internación voluntaria y la involuntaria, si el paciente afectado no quiere estar internado; la familia puede internarlo, pero se debe cumplir algunos requisitos, para no ir en contra de derechos individuales, porque se comprende que el paciente no está en condiciones de tomar decisiones, por el cuadro. Se comunica a la justicia, cuando la internación es involuntaria, y se precisa los motivos de esa medida.

Para eso es importante llamar a la urgencia, el 107, avisando el diagnóstico del paciente o los síntomas, y que sea tratado en la guardia médica que corresponde para estos casos; depende del grado del brote, que no es lo mismo amenazar con o sin un arma; es una situación límite que puede intervenir la policía, que debe brindar la protección. El tema que queda a discusión, y sin resolver aún, es qué hacer con los pacientes graves que cometieron un crimen, sin familia que quiera asumir la tutela, y donde no existen dispositivos en salud, adecuados para trabajar en una reinserción a la sociedad, que es ese el objetivo.

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Una cárcel no es lugar, además existen leyes que dan esa garantía, y tampoco pueden estar viviendo en un hospital, porque no es un dispositivo adecuado. Por si solos no pueden vivir; por la gravedad deben tener alguna supervisión; tampoco pueden vivir en un hospital; por lo tanto, una persona con mucho tiempo de internación, sin contacto con el entorno, lo que se aconseja son las casas de medio en salud mental; son residencias transitorias, destinadas a personas que han sido dadas de alta de un hospital y se encuentran en situaciones de inestabilidad familiar. Su objetivo es darles un espacio seguro y de apoyo para facilitar la transición hacia una vida independiente y con contacto social.