En una época donde el ritmo acelerado y las múltiples exigencias afectan la vida de personas de todas las edades, el estrés se ha convertido en una presencia habitual. Sin embargo, existen formas naturales y efectivas para devolverle al cuerpo su equilibrio emocional y mejorar la calidad de vida sin necesidad de recurrir a medicamentos.

Aisha Rodríguez, cofundadora del centro de bienestar integral Human Garage, afirma que el estrés crónico no es una simple molestia pasajera. Puede dañar seriamente nuestra salud, afectando desde el sistema inmunológico hasta la estabilidad emocional, y en muchos casos se convierte en la antesala de afecciones como la ansiedad y la depresión.

Rodríguez señala que vivimos en un contexto global donde nuestros cuerpos están sobrecargados: deshidratados, bajos en minerales, con una mala absorción de nutrientes y expuestos a un estrés constante. Esta sobrecarga coloca al cuerpo en un estado de “supervivencia”, bloqueando su capacidad de sanar naturalmente.

¿Es posible aliviar el estrés sin medicación?

La especialista asegura que sí. Diversos estudios coinciden en que es posible reducir los niveles de estrés mediante técnicas simples y cotidianas como la respiración consciente, el movimiento físico moderado, la meditación y una alimentación más saludable.

Desde su experiencia en Human Garage, promueven herramientas como Facial Maneuvers, una metodología que combina movimientos suaves con ejercicios de respiración que permiten reducir entre un 75% y un 90% el nivel de estrés en apenas 15 minutos. “Son técnicas que pueden aplicarse en cualquier momento del día: en casa, en el auto o incluso mientras esperás en una fila”, explicó Rodríguez.

De todas formas, recuerda que lo mejor siempre será acudir a un profesional de la salud mental, ya que cada persona tiene necesidades distintas.

Tres hábitos simples para reducir el estrés a diario

Rodríguez propone una pregunta clave para comenzar cada mañana: ¿Cómo puedo llenar hoy el tanque de combustible de mi mente, cuerpo y alma? A partir de eso, recomienda implementar tres prácticas accesibles para todos:

1. Empezar el día con afirmaciones positivas

Ser amables con nosotros mismos al despertar, agradecer por lo que tenemos y visualizar un buen día puede cambiar radicalmente nuestro estado de ánimo. Escuchar un podcast inspirador o leer algunos minutos un libro también nutre emocionalmente. Investigaciones publicadas en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience señalan que las autoafirmaciones activan regiones cerebrales vinculadas con la recompensa y reducen la respuesta al estrés. “No subestimes el poder de repetirte frases como: Soy valioso, Hoy será un gran día, o Merezco cosas buenas”, afirma Rodríguez.

2. Mover el cuerpo de forma consciente

El ejercicio físico no solo mejora la salud general, sino que también es un potente liberador de estrés. Una sola sesión puede reducir la presión arterial, elevar el ánimo y disminuir los síntomas de ansiedad. La experta sugiere practicar movimientos suaves y conscientes, acompañados de respiración profunda, para liberar tensiones acumuladas.

3. Elegir alimentos que nutran

Una dieta basada en productos ultra procesados y azúcares puede agravar el estrés. Por el contrario, incluir frutas, verduras y alimentos ricos en minerales y antioxidantes fortalece el cuerpo y favorece su capacidad de regenerarse. Según estudios recientes, existe una relación directa entre la buena alimentación y una menor percepción del estrés.

Una invitación a reconectar

Estas prácticas, aunque simples, pueden marcar una gran diferencia en la vida diaria. Con pequeños cambios en la rutina, es posible recuperar el equilibrio físico y emocional, y disfrutar más del presente. Porque estar bien no debería ser un lujo, sino una prioridad.