Trabajar con inteligencia artificial tiene grandes y múltiples ventajas, pero también tiene sus falencias y limitaciones. Por eso ChatGPT, el chatbot de OpenAI, se analizó a sí mismo para cuantificar cuántas de sus respuestas no coinciden con la realidad.
¿Psicoterapia o chat GPT?Una de las principales fallas de las inteligencias artificiales son las alucinaciones, respuestas incorrectas, engañosas o sin sentido que dan las inteligencias artificiales. Hasta el momento, los desarrolladores de ChatGPT no lograron –o no quisieron– eliminar esta falencia. Otras IA, en cambio, tienen más afinada la habilidad y pueden responder únicamente basándose en fuentes oficiales.
ChatGPT en números: cuántas respuestas falsas da la IA
Hoy en día son 400 millones de usuarios los que utilizan el servicio gratuito de inteligencia artificial. Se convierte así en el más utilizado de todo el mundo y pretende llegar a los 1.000 millones dentro de solo algunos meses, cuando el chatbot cumpla sus tres años. De los usuarios actuales, el 45% tiene menos de 24 años.
Según estimaciones de la propia aplicación, se calcula que da respuestas dependiendo del contexto y de la forma en que se realice la pregunta, es decir, del prompt. Para temas como matemáticas básicas, ciencias, historia o gramática, la precisión puede superar el 90%. De allí se desprende que, entre un 5 y un 10%, las respuestas de ChatGPT pueden ser falsas en este ámbito.
Si el tópico cambia, también cambia la probabilidad de recibir una respuesta incorrecta. En temas que resulten ambiguos como derecho, salud o preguntas técnicas avanzadas, la tasa de error incrementa considerablemente y puede llegar a superar el 20 a 30% de respuestas incorrectas.
Por eso siempre se recomienda no tomar decisiones críticas ni hacer publicaciones que impliquen gran responsabilidad antes de chequear toda la información. Forma parte indispensable de la tarea de las personas aprender a utilizar con plena consciencia esta herramienta. Sin embargo, en las aplicaciones cotidianas, vemos que no todos los usuarios se toman el tiempo necesario para comprobar sus propias respuestas ni la veracidad de los datos ofrecidos.