Con la muerte del papa Francisco, la Iglesia católica entra en un período de luto profundamente simbólico, no solo a nivel institucional sino también litúrgico. Durante estos días, el calendario católico se detiene en señal de duelo, y se activan una serie de cambios solemnes que afectan misas, oraciones, vestimentas y celebraciones en todo el mundo.

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El luto oficial: nueve días de oración

El período de luto tras la muerte de un Papa se conoce como "novemdiales", una tradición que abarca nueve días de ceremonias litúrgicas especiales. Durante este tiempo, se celebran misas de réquiem tanto en Roma como en distintas diócesis del mundo, en memoria del pontífice fallecido. Las celebraciones se centran en el descanso de su alma y en la esperanza cristiana de la resurrección.

Cambios en las vestiduras y símbolos

Durante los novemdiales, los sacerdotes usan ornamentos litúrgicos de color morado o negro, los colores del luto en la tradición católica. En muchas iglesias, se retiran las flores del altar y se evita cualquier tipo de celebración festiva. Las imágenes religiosas pueden cubrirse con telas oscuras, y en las misas no se entonan cantos de alegría.

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Supresión de fiestas y celebraciones

Si durante el período de luto coincidiera una fiesta o solemnidad menor del calendario litúrgico, esta puede ser suprimida o trasladada. La prioridad en esos días es orar por el alma del Papa fallecido y acompañar, desde la fe, el proceso de duelo que vive la Iglesia.

Cambios en la liturgia de las misas

Las misas se adaptan con lecturas bíblicas especiales, plegarias por el descanso del alma del Papa y una atmósfera de recogimiento. En muchas catedrales y parroquias, se organizan celebraciones eucarísticas multitudinarias, a menudo con la participación de obispos y autoridades eclesiásticas locales. Las homilías suelen centrarse en el legado espiritual del pontífice y en el papel del Papa como pastor universal.

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La Sede Vacante y su efecto litúrgico

Tras la muerte del Papa, la Sede Apostólica queda vacante, y con ello se suspenden algunas oraciones específicas como la mención del Papa durante el canon de la misa. En su lugar, se puede hacer referencia al "obispo de Roma fallecido" hasta que un nuevo Papa sea elegido en el cónclave.