Un innovador estudio australiano publicado en Neurology indica que el Parkinson podría detectarse hasta 30 años antes de que los síntomas se hagan evidentes. La investigación fue recibida con interés por la comunidad científica, que ve en estos hallazgos una oportunidad clave para avanzar hacia un diagnóstico más temprano y eficaz.

Parkinson: el síntoma silencioso que puede presentarse años antes

La enfermedad de Parkinson suele diagnosticarse en etapas avanzadas, cuando ya se ha producido una pérdida significativa de neuronas —alrededor del 85%, según estimaciones—. Este retraso complica el tratamiento y limita las posibilidades de intervención temprana. Sin embargo, los nuevos datos sugieren que el proceso neurodegenerativo comienza mucho antes de lo que se pensaba.

Qué revela el estudio sobre el Parkinson

“El Parkinson implica una pérdida progresiva de neuronas del sistema nervioso central”, explica el neurólogo Álvaro Sánchez Ferro. Esta pérdida está asociada a una disminución de dopamina, neurotransmisor esencial para el control del movimiento. Por eso, los síntomas más visibles incluyen temblores, rigidez muscular y alteraciones motoras, que aparecen de forma paulatina.

Según el profesor Carlos Alberto Villarón, especialista en Fisioterapia y experto en Parkinson, este estudio destaca porque permite imaginar un futuro en el que la enfermedad se detecte con hasta tres décadas de anticipación. El avance radica en la identificación de un biomarcador medible por tomografía, que muestra señales claras de deterioro neuronal incluso antes de que se desarrollen los síntomas clínicos.

Para comprobarlo, los investigadores compararon escaneos cerebrales de personas con Parkinson, pacientes con trastornos del sueño —una posible señal temprana— y un grupo control. Los resultados revelaron una marcada disminución en la señal PET en los pacientes con Parkinson, sugiriendo la presencia de un proceso neurodegenerativo activo.