José María y Sergio quienes trabajan en un taller mecánico en Jujuy al 2.400, contaron que el agua llegó hasta la vereda y permanecieron hasta las cinco de la tarde cuidando los autos que tenían afuera. “Siempre que llueve la Jujuy se transforma en un río. Esta vez, hasta los colectivos tuvieron que detenerse porque no podían avanzar. La estación de servicio que se encuentra al frente salvó a muchos autos del temporal. Nosotros tenemos un tinglado y ayudamos a otros vehículos a resguardarse”, relató José María.

El panorama era caótico: “Había seis colectivos parados y un auto con un hombre mayor adentro que comenzó a ser arrastrado por la corriente. Lo ayudamos para que no pasara a mayores. Lo mismo pasa siempre cuando llueve. Lo que nos sorprendió fue la cantidad de agua que cayó en tan poco tiempo”, agregó Sergio.

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Inundaciones en Tucumán: la basura, un agravante

Los vecinos aseguran que el problema se agrava por la acumulación de basura, que impide el drenaje del agua. “La gente no tiene educación, tira basura en la calle y las bocas de tormenta se tapan. Nosotros vivimos por una calle lindera y nos afecta el hecho de que sabemos que cuando llueve no podemos salir de nuestras casas, y si estamos en otros lugares, sabemos que a nuestra casa no podemos volver hasta que no baje el agua en la Jujuy”, reclamó un residente.

Para Sara, quien vive sobre la avenida desde hace 40 años, la situación ya es parte del paisaje. “Siempre pasa lo mismo y nadie viene a solucionarlo. Estamos acostumbrados a este tipo de tormentas, como si ya supiéramos que nunca vamos a tener una solución. Estamos resignados. Entre vecinos tenemos un grupo de WhatsApp donde nos vamos avisando el panorama de cómo están nuestras casas, y si vemos que algo sucede, nos ayudamos entre todos. Es lamentable”, dijo.

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Sobre el pasaje Albert Einstein se encuentra Ignacio, un vecino que dijo estar tranquilo con la situación ya que en su casa no pasó nada. “Nosotros siempre que suceden este tipo de lluvias, por suerte, nos salvamos porque toda el agua se concentra en la avenida. La verdad es que esta zona es tierra de nadie. Esto pasa desde que tengo uso de razón. Mis padres ya se quejaban de las inundaciones, pero ahora puedo decir que cada vez el lugar está peor. Los políticos vienen, ven el lugar, prometen, pero pasan las elecciones y nunca nadie hace nada. Estamos cansados”.