El clima puede cambiar de un momento a otro. En gran parte del día puede salir el sol, pero cuando menos se espera, se larga la tormenta. Eso es lo que pasó ayer durante la apertura del 120° período ordinario de sesiones de la Legislatura. Durante una hora y 45 minutos, el gobernador Osvaldo Jaldo detalló lo realizado a lo largo del último año. Ponderó el equilibrio fiscal; remarcó sus diferencias con la gestión de su antecesor, Juan Manzur, a quien no nombró, pero sí recordó en su discurso que esa administración, de la que fue vicegobernador, recurría a descubiertos para pagar los salarios a los estatales. También que le dejó una herencia financiera, un pasivo de $ 78.000 millones del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial que, con la refinanciación acordada con la Nación, se abonará en 32 cuotas, con un año de gracia. Antes, justificó que su administración seguirá siendo dialoguista con la del presidente Javier Milei, a quien sí agradeció, pero no nombró en el mensaje.
Jaldo afianzó su política financiera. Agradeció que la Legislatura haya sancionado el Presupuesto para este año, un factor diferencial respecto de la Nación y de varios distritos del país. “En Tucumán estamos dando un giro de 180 grados en lo institucional, lo político y lo social. Puede que algunos tucumanos no lo reconozcan, lo cual está en su derecho, pero muchos otros ya empiezan a notar la diferencia”, dijo poco después en conferencia de prensa.
El mandatario resaltó que, el año pasado, se cumplió la meta de llegar a los 187 días de clases. Garantizó el acceso a la salud y afianzó la política de seguridad, como uno de los ejes centrales de la gestión. En este aspecto, habló del equipamiento con el que se dotó a las fuerzas policiales, a la construcción de la cárcel de Benjamín Paz y el perfeccionamiento de los efectivos. “Todo ello permitió mejorar el índices de seguridad. En 2024 cerró con la menor tasa de homicidio registrada en los últimos 10 años en la provincia de Tucumán”, resaltó.
En otro tramo, enfatizó el trabajo conjunto con la Legislatura y con la intendenta capitalina Rossana Chahla para mejorar el servicio de transporte público de pasajeros. “Se ha tomado el transporte público como verdadera política de Estado”, indicó.
Hasta ese momento, el protocolo se cumplió a rajatablas. Luego se desató la tormenta. Jaldo dejó de lado su mensaje y se refirió puntualmente al intento de sedición policial. “Quiero felicitar al Poder Judicial de la provincia, tanto al Ministerio Público Fiscal como al Fiscal que actúa como así también a la Corte Suprema de Justicia en esta caso de nuevo intento de levantamiento del año pasado y que no se llevó a cabo gracias a la reacción de la Policía con el Poder Judicial”, expresó.
El gobernador aludió a la audiencia en Tribunales que dictó que el abogado Gustavo Morales sea sometido a 30 días de prisión preventiva luego de que el Ministerio Público Fiscal lo acusara por desobediencia judicial y agravara su situación procesal. La pesquisa desnudó el andamiaje de un grupo organizado que estaría liderado por el letrado que, según la causa, en febrero pasado, había incentivado a una franja de uniformados para que se levantara contra las autoridades (sedición), un delito contra el orden público.
“Si el gobierno provincial no hubiera actuado el viernes, los hechos del 2013 podrían haberse repetido. En ese año, murieron entre 8 y 10 personas, se saquearon negocios y supermercados, y muchas personas perdieron todo. Las personas juzgadas ayer intentaban lo mismo: tomar la Casa de Gobierno, usar armas, destituir autoridades y acuartelar a la policía”, detalló. La referencia del gobernador a este hecho causó sorpresas entre propios y extraños. Dividió la opinión de los miembros de la Cámara y abrió un nuevo frente de debate público. Horas después, Morales fue trasladado desde el Hospital Centro de Salud hacia la Unidad Penitenciaria para cumplir con la orden judicial de prisión preventiva por 30 días.
En la conferencia de prensa, Jaldo fue más duro. “Como gobernador, no me callo y es importante que todos sepan lo que ocurrió. Las pruebas, como las desgrabaciones de los celulares de los implicados, fueron presentadas públicamente. Tomar la Casa de Gobierno con armas, destituir al gobernador, o intentar un golpe de Estado, es una amenaza que no podemos permitir. Quien tiene la documentación en la mano y no denuncia esto, es un cobarde”, expuso. “Al abogado Gustavo Morales se le dio 30 días de preventiva. Pero él tiene un problemita: cuando le ponen las esposas, le sube la presión, pero cuando hace TikTok está normal”, continuó. Otro tramo del mensaje que fue seguido en silencio por los presentes fue cuando el mandatario reveló cuestiones personales Antes pidió disculpas a su familia y leyó uno de los mensajes que Morales envió al grupo de WhatsApp que compartía con policías: “Jaldo tiene cáncer de hígado y metástasis en el colon, le quedan dos o tres años de vida”.
El gobernador cerró la cuestión con contundencia. “Las instituciones de la provincia no se tocan. La democracia no se toca. Vamos a ir por cada uno de ellos (los presuntos sediciosos)”, finalizó.
En Benjamín Paz
Hace exactamente un año quedó libre; ahora, está con prisión preventiva por 30 días
La historia no es nueva. Hace un año, luego de una audiencia que se extendió por cinco horas, el juez Alejandro Valeros había declarado legítima la detención del letrado Gustavo Morales y aceptó la acusación que formuló la fiscala Mariana Rivadeneira, acusado del delito de instigar a una sedición policial. En aquel momento, el magistrado rechazó el pedido de prisión preventiva solicitado por el Ministerio Público, considerando que no había riesgos procesales y ordenó dejar en libertad a Morales, con una caución juratoria.
Doce meses después, el Ministerio Público agravó la acusación contra el letrado, acusándolo de desobediencia judicial y dejar al descubierto cómo funcionaba un grupo organizado que estaría liderado por Morales. Éste se descompensó y fue internado en el hospital Centro de Salud. Ayer, el gobernador Osvaldo Jaldo expuso públicamente la situación procesal del acusado durante su mensaje en la Legislatura. Horas más tarde, Morales fue trasladado del hospital a la cárcel de Benjamín Paz.