Más allá del espectáculo cinematográfico, la moda en los Oscar representa una narrativa de poder, prestigio y creatividad. Es una oportunidad para que las casas de moda demuestren su relevancia, para que los actores y actrices refuercen su imagen pública y para que la industria refleje los cambios culturales de cada época.
En la alfombra roja, la novedad y la ostentación suelen ser la norma. Sin embargo, no debemos olvidar, que el uso de vestidos de archivo siempre es una opción para los estilistas. Si bien en los últimos años se volvió cada vez más común ver piezas vintage en eventos de alto perfil, esto existe hace décadas.
Esta tendencia, hoy tiene un nombre y es conocida como archive fashion. Consiste en recuperar y reutilizar piezas de colecciones pasadas, por eso se llaman “piezas de archivo”. Por supuesto que estas piezas tienen un valor simbólico y representan exclusividad, dan un mensaje en la moda y reafirman el carácter atemporal.
Además, esta movida tiene un guiño a la sostenibilidad, la cual cada vez es más importante en el mundo fashion. En lugar de crear piezas nuevas para una sola ocasión, reutilizar diseños históricos reduce el impacto de la sobreproducción textil y pone en valor la longevidad del diseño. Celebridades y estilistas que optan por estos vestidos envían un mensaje claro: la moda no tiene por qué ser efímera para ser relevante.
Sin embargo, en algunas ocasiones se puso en tela de juicio si está movida es una falta de creatividad o un homenaje intencional. Hay quienes consideran que recurrir a piezas antiguas es una señal de falta de innovación, un intento fácil de captar atención sin arriesgarse con algo nuevo. Sin embargo, algunos expertos en moda coinciden que estos looks no son elecciones al azar.
Los diseños se seleccionan con un propósito, ya sea como homenaje a un diseñador, como un statement de nostalgia o incluso como un acto de reivindicación de una era específica de la moda. Cada prenda cuenta una historia, y algunas veces, el estilismo de las celebridades también intenta contar algo.
Sin ir más lejos, el año pasado, la actriz de Euphoria Sydney Sweeney lució en los Oscars un vestido de Marc Bouwer que Angelina Jolie usó en 2004. Según Vogue España, la elección del vestido buscaba trazar un paralelismo entre ambas: cómo sus trayectorias enfrentaron una intensa fetichización mediática. Al reutilizar este vestido, Molly Dickson, la estilista de Sweeney, realizó un movimiento qué la posicionó en una conversación más amplia sobre la misoginia en Hollywood y la lucha de las actrices por definir su propia imagen.
Por otro lado, más allá de la sustentabilidad o la intención detrás del mensaje, hay otro factor fundamental que hace que el archive fashion sea tan atractivo: su exclusividad. Vestir una pieza de archivo significa acceder a un diseño único, irrepetible y con historia. Estas prendas no pueden ser replicadas ni adquiridas fácilmente, lo que las convierte en símbolos de prestigio y elite dentro de la industria.
Un vestido vintage puede ser incluso más exclusivo que uno hecho a medida, ya que su valor no radica solo en la confección artesanal, sino en la carga histórica y cultural que lleva consigo. Vestir un diseño de archivo es demostrar conocimiento de moda, apreciación por el legado de los grandes diseñadores y un estatus que solo unos pocos pueden alcanzar.
Mientras las celebridades continúen apostando por el archive fashion, la alfombra roja seguirá siendo un escaparate de tendencias actuales y un homenaje al legado de la moda. Solo nos queda preguntarnos: ¿qué veremos esta noche?