La pérdida de memoria consiste en un olvido inusual en el que la persona afectada no tiene la capacidad de recordar hechos recientes ni de acceder a ciertos recuerdos del pasado, sea reciente o lejano. Puede tratarse de un deterioro cognitivo leve o el principio de una enfermedad grave, por eso es importante realizar una consulta ante especialistas.

Distinguir entre los olvidos normales asociados con el envejecimiento y la pérdida de memoria patológica puede ser crucial. Mientras que los olvidos ocasionales son normales y no necesariamente indicativos de un problema grave, ciertos signos pueden sugerir la necesidad de una evaluación médica más profunda.

Pérdida de memoria: ¿cuándo se debe consultar con un médico?

El neurólogo Pascual Sánchez, director científico de Fundación Cien, señala en un artículo publicado en sitio web Alimente+ que uno debe preocuparse "siempre y nunca".

"Las pérdidas de memoria son normales y, sobre todo, a medida que vamos envejeciendo. Con el envejecimiento se van deteriorando las funciones cognitivas, como la memoria y las funciones ejecutivas, que son los procesos que nos permiten controlar nuestra atención y nuestros recuerdos-", señala.

Añade también: "el punto clave, cuando debe empezar a preocupar, es cuando los olvidos empiezan a interferir con el día a día, se olvidan tareas cotidianas, y eso nos indica que la grabadora del cerebro (la capacidad de guardar información) no está funcionando bien. Nos preocupan porque podemos estar ante el principio de la enfermedad de Alzheimer , en la que se afecta la capacidad de fijar información".

El simple método "1 2 3" para mejorar tu memoria

Hay un ejercicio que sirve para memorizar algo de manera espaciada y para que el cerebro trabaje hasta lograr retener la información a largo plazo.

Día 1 - Aprender: leer, hacer resúmenes y anotaciones de toda la información que querés recordar y familiarizarte al máximo con dicho material.

Día 2 - Revisar: repasar lo que aprendiste el día anterior. No hay que asustarse si no te acordás de todo que habías visto, ya que esa situación es útil para refrescar la memoria y que se vayan sentando las bases para el tercer día.

Día 3 - Repetir: hay que revisar otra vez el material de estudio. En ese tercer visionado, el cerebro estará construyendo conexiones más fuertes con la información y va a facilitar la memoria hacia él.