No es novedad que el contenido de lo que comemos afecta directamente en nuestra salud, en el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y en nuestro aspecto físico. Sin embargo, no son solo los alimentos que ponemos en la mesa los que afectan a nuestra salud si no en qué horarios los disponemos en el comedor a la hora de la cena.

Como el contenido, el horario en que comemos es sumamente importante a la hora de definir hábitos saludables. “Los seres humanos tenemos relojes biológicos o internos que coordinan los procesos fisiológicos de nuestro organismo para mantenernos vivos y sanos”, detalla Chiara Coradetti, nutricionista de Clinique La Prairie Madrid.

Respetar nuestro reloj interno: las comidas deben sincronizarse con los procesos biológicos

Este reloj interno que la especialista destaca se sincroniza con la luz del sol, de manera que esta actúa en la regulación de actividades metabólicas, hormonales o conductuales. A este aspecto de nuestro organismo se le llama cronobiología nutricional. Es así que dependiendo del momento del día, nuestro organismo libera hormonas que, por la mañana nos activan, como la dopamina y por la tarde/noche más bien nos tranquilizan, como la serotonina.

Así es que nuestros alimentos deben acompañar los procesos biológicos del organismo y los relojes de los órganos, enzimas y hormonas que participan en el metabolismo, para hacerlo más eficiente y lograr un bienestar general. Nuestro cuerpo es más productivo con la luz del día, mientras que con el ocaso sus funcionamientos se ralentizan.

¿Qué le sucede a nuestro organismo cuando comemos tarde?

Por estas razones, explica Coradetti, ”las personas que suelen hacer su comida principal en la cena o tienen ansiedad por la noche, tienen una mayor facilidad para aumentar de peso”. No solo esto, cenar tarde puede empeorar la calidad del sueño, aumentar los riesgos de obesidad y hacernos más propensos a enfermedades como la diabetes o cardiopatías.

Cenar temprano puede ayudarnos a regular nuestro peso corporal y ser un gran aliado a la hora de adelgazar. “La tolerancia a la glucosa es mayor por el día que por la noche. Por ello, cuanto más tarde tomemos los hidratos de carbono, sobre todo los de absorción rápida, más se favorecerá que se almacenen como grasa corporal”, explica la especialista.

Lo ideal: este es el horario que recomiendan los especialistas para cenar

El horario recomendable para cenar es entre las 19 y las 21. Los argentinos tenemos la costumbre de cenar bastante tarde. Diez, once incluso doce de la noche son horarios habituales de esta colación. Sin embargo esta rutina puede ser contraproducente si lo que estás buscando es mejorar tu estado físico y tu bienestar.