La luz del sol es la principal fuente de vitamina D, muy importante para la salud ya que previene la osteoporosis. Al exponernos a los rayos solares por períodos moderados y con la protección adecuada, se pueden obtener diversos beneficios incluyendo la salud ocular. Se ha demostrado el papel de la vitamina D en la prevención de la degeneración macular, la retinopatía diabética y el síndrome del ojo seco.

Sin embargo, una exposición prolongada o intensa a estos puede generar diversos problemas de salud ocular, advierte en un comunicado la empresa Novar, fabricante de lentes.

Una parte de los rayos ultravioleta emitidos por el sol son filtrados por la capa de ozono, pero la otra parte logra llegar a la superficie de la tierra afectando la piel y los ojos.

Los ojos son órganos muy sensibles a la radiación solar, y los rayos solares pueden afectar prácticamente todas sus capas, produciendo problemas tales como: sequedad ocular, queratopatías (fotoqueratitis o fotoqueratoconjuntivitis o úlceras corneales), pinguécula o pterigion, y mayor riesgo de cataratas o degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE):

Cuidados

De igual manera que se protege la piel frente a los rayos ultravioleta, se debe proteger los ojos. Y aunque es cierto que la radiación es más intensa en zonas cercanas al Ecuador y en lugares donde las superficies pueden reflejar rayos (como el agua, la nieve o la arena), es importante que protejamos los ojos siempre.

Es fundamental que si uno se expone al sol se cubran los ojos con anteojos de sol homologados, con filtros adecuados, que cumplan con los requisitos de calidad necesarios y es recomendable que nos cubramos la cabeza con gorros y viseras.

Para proteger la salud visual también se recomienda realizar una dieta y alimentación equilibrada a base de granos integrales, legumbres, semillas, pescados y frutas.