“A mí me ha atraído muchísimo la astrología china porque, como decía Confucio, hay que ir al médico cuando uno está sano, no enfermo. En nuestra cultura vamos al médico cuando tenemos la vesícula en la mano. No conectamos cuerpo, mente y alma. La astrología y la medicina china son una manera de preservarnos, de tomar el ritmo del universo. Las enfermedades son psicosomáticas, nos dicen que algo no está bien y queremos una solución mágica. En la filosofía oriental no hay magia, sino hay muchas formas de introducirnos a la preservación de situaciones que nos podrían perjudicar”, explicó a LA GACETA en un diálogo por WhatsApp, aplicación que le era ajena hasta hace poco tiempo, la astróloga Ludovica Squirru para presentar su horóscopo chino 2024, el año del dragón de madera.

Según relató en otras ocasiones fue su historia familiar la que la llevó a estudiar el horóscopo. “Mi papá fue agregado civil en China, y acompañó al primer embajador argentino en ese país. Yo recibí desde niña la educación basada en la cultura oriental y crecí escuchando hablar sobre el I Ching, Lao-Tse y Confucio. En 1988 viajé a China para estudiar con reconocidos maestros todo esto”, dijo.

Tanto la astrología china como la medicina derivan del taoísmo, que son dos ciencias milenarias que se practican hoy en Oriente y Occidente: “Básicamente ayudan al ser humano a conocerse a sí mismos y poder prevenir enfermedades. Ayudan a tomar precauciones para poder movernos en nuestra vida: a elegir una fecha para casarse, para viajar, para firmar contratos, para quedarse quizás más en la casa, para repensar la vida, para no tomar riesgos”.

Se cuenta que cuando Buda partía hacia la última reencarnación pidió dejar en la Tierra un zodíaco y convocó a todos los animales que existían y dijo que, según el orden de llegada, les iba a dar a cada uno un arquetipo, un signo, para representarlo. Así quedaron estos 12 animales: rata, búfalo, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y chancho. Esos signos se repiten cada 12 años según la fecha de nacimiento.

“El horóscopo chino es, ante todo, un instrumento de autoconocimiento y siempre hay años más difíciles que otros para cada signo del horóscopo chino”, afirmó.

- ¿Mantuvo o modificó algo sustancial en sus libros, a lo largo de 40 años?

- Los libros son el universo paralelo de mi vida personal y en 40 años he cambiado cosas. Incorporé mucho de mis viajes a China y de ciencias como las constelaciones familiares, equinoterapia, registros akáshicos, meditación dinámica que nadie conocía en la Argentina hace 20 o 15 años. Me interesé por otras culturas como la Maya e integré a grandes maestros pensadores, a gente que me cambió la vida a mí, en mi camino como artistas plásticos de primer nivel mundial. He aprendido muchísimo a también al compartir con otras astrólogas de primer nivel en mi libro y creo que eso es lo que a la gente le interesó de mi trabajo. Siempre me llamó la atención que la gente se autoconvoca con mi libro: me mandan dibujos, quieren ilustrarlo. Entre mis poesías, mis viajes, las fotos de Claudio Herdener, mi compañero, son atractivos que la gente agradece. Creo que mis libros son objetos de arte y estoy orgullosa de ello.

- ¿Cómo se despide el año del conejo?

- Estamos en un profundo caos, en una alienación de la población, en una incertidumbre y desamparo que ya estaba escrita, porque este 2023 es el año más decadente de los últimos 120 años para la astrología china.

- En ese contexto, ¿qué nos trae el año del dragón de madera en 2024?

- El dragón viene a renovar las fuerzas, porque para los chinos es el signo más benéfico, es el que tiene los poderes celestiales. A los emperadores en China les decían “hijos del cielo dragones”, porque traen cambios: es muerte y resurrección. Es como que viene alguien a cepillar todo lo que quedó inconcluso, sucio, sin terminar, pero no va a ser de una forma pacífica, ni va a ser algo light. El dragón trae también una energía muy poderosa para que la gente cambie un poco sus hábitos, sus costumbres, su manera de relacionarse, sus expectativas de un mundo y una civilización que está terminando rumbo a una que está empezando. Son años difíciles, bisagra, años en los cuales el ser humano tiene que tratar de poder concientizar que todo está dentro de uno y en la comunidad, y si uno no se ayuda o no somos solidarios con quien tenemos al lado, con quien podemos, es muy difícil permanecer en el planeta, porque va a haber muchos cambios también, como se están produciendo por el cambio climático, la inmigración mundial de gente sin casas en el mundo. El planeta está configurándose nuevamente.

- Las características de los animales ¿se trasladan a los del horóscopo?

- Sí, por supuesto. Si uno observa a una rata, un búfalo, un tigre, un conejo, un dragón, que es mitológico, pero tiene que ver quizás con los dinosaurios, si uno vive o convive con alguno de ellos, se va a dar cuenta que el animal tiene características del signo. Me gusta saber que durante 40 años describí un poco esa esencia, esa naturaleza que tiene cada animal. Las energías de cada animal cambian con los elementos, según la terminación del año del nacimiento: 0-1 metal, 2-3 agua, 4-5 madera, 6-7 fuego, 8-9 tierra. Todo eso hace que la astrología china tenga muchos más condimentos y sea holística: integra alma, cuerpo y mente

- ¿Qué tenemos que aprender los argentinos para poder crecer sostenidamente?

- La Argentina tiene una fecha mal elegida para su carta natal, el 9 de julio de 1816, cuando se declaró la independencia. Todo se hizo a las corridas y a los ponchazos. Fue mal elegida la fecha, astrológicamente hablando. Todo eso hace que tengamos que hacer un trabajo muy profundo, desde lo humano. Dentro de 50 años el mundo va a estar gobernado por gente que piense más en la comunidad, en el ambiente y que no tenga ambiciones de enriquecimiento. La Argentina debe tomar las riendas para poder encontrar la energía del equilibrio que se consigue con buenos educadores, con gente que tenga mucha trayectoria. Estamos viviendo el fin de un ciclo tremendo, entonces no hay futuro si no hay cambio y el cambio tiene que ver con la cultura, tiene que ver con quienes nos educan y tiene que ver con la conciencia personal de cada uno.

Predicciones, signo por signo, para 2024

Consideración general

Los años del dragón son expertos en ironía, y así echan luz sobre la falta de equidad, buscando siempre ajustar cuentas espirituales, políticas y sociales con la humanidad y con todos los seres sintientes. Este año que comienza no es una excepción, por lo cual será importante prepararnos, flexibilizar mentes y corazones para recibir la enseñanza en forma de parábola que nos mostrará cómo ser mejores expresiones de la conciencia crística, que es lo que más adecuadamente describiría -en términos espirituales occidentales- el espíritu de este y cualquier otro año del Dragón.

Rata

La rata celebrará la llegada del año del dragón vestida de gala. Al fin podrá encauzar años perdidos en situaciones desgastantes para su vida personal, profesional, familiar y anímica. Como un tren bala saldrá de la madriguera, y será la aliada incondicional del rey del cielo en la tierra para promover nuevos emprendimientos con gente del mundo. Ordenará sus prioridades: deudas que quedaron pendientes en sociedades, pymes, ONG y en el barro de la política.

Búfalo

Queridos búfalos, ¿cómo quedaron después del “sucundum” del año del conejo de agua? Algunos con cambios a la vista: en una etapa nómada, de desapego hacia su trabajo, familia, responsabilidades en puestos jerárquicos, para vivir en una casa rodante, una carpa, lugares ofrendados por amigos, en grupos en los que comparten experiencias espirituales, cultivos de huerta, vid, yerba mate, arroz, caña de azúcar y nuevas especies de legumbres, aromáticas y té. El constante y disciplinado búfalo romperá con tabúes, relaciones tóxicas y desilusiones para reducir al mínimo su economía y vivir con lo esencial.

Tigre

El año del dragón es un tiempo de cambios irreversibles para el tigre. Dejará una vida rumbo a otra que aún está en transmutación. Sabe que tiene una mochila muy pesada, llena de situaciones afectivas y familiares no resueltas, y que deberá reunir a los suyos para confesarles su malestar. El año del dragón será para el retorno a su esencia. Dejará de lado lo que le quitó prana, fuerza, energía, y lo enfermó, para comprender que es tiempo de ser feliz. O al menos de intentarlo. Su imaginación volará alto: reunirse con su tribu, comenzar un ciclo de dar y recibir en coincidencia con su corazón.

Conejo

Queridos conejas, conejos, gatos y liebres: después del torbellino, tsunami, huracán, terremoto, maremoto que dejaron al zodíaco chino y a los reinos mineral, vegetal y animal, me pregunto, en un tibio mediodía: ¿cómo están? Aún tienen una o más vidas y es posible que hagan un pacto o un acuerdo con el dragón para tener bonus track en el mundo de los mortales. El aprendizaje de su año es una vida en la comunidad de los hombres siendo guía, líder, parte fundamental del nuevo tiempo.

Dragón

Queridos dragones, se han tomado su tiempo para aparecer, su año se iniciará el 10 de febrero de 2024. El zoo está con hambre y sed de una nueva energía que nos sacuda el kundalini y nos resucite del reinado del conejo, que dejó a la humanidad en estado de transmutación rumbo a un nuevo año. En el mundo, especialmente en China, recibirán al dragón con votos de fe para rememorar sus años emblemáticos. Se espera un baby boom, pues consideran a estos nativos sus hijos del cielo, con los poderes más venerados en China: belleza, riqueza, longevidad y armonía. El dragón de madera marca el inicio de 180 años de transformaciones en el planeta. Y es el primero en recuperar la energía ascendente para diseñar, resetear la condición humana.

Serpiente

La luna llena de anoche fue fuerte y sabemos que cualquier situación delicada que nos sorprenda exalta nuestro ánimo y cambia el ritmo cardíaco; tenemos que inhalar y exhalar. Así comenzará la serpiente el año del dragón, su hermano kármico. Después de logros clave en el año del conejo, el ofidio sentirá que cambia la piel nuevamente. Su conciencia tendrá zonas oscuras, pues “el fin justifica los medios”, y sabe que lo que negoció con sus socios tiene consecuencias de un costo muy grande para su círculo íntimo, su familia, sus íntimos enemigos, y quienes dependieron de su control remoto. Reconciliarse consigo misma será la misión en el año del dragón.

Caballo

Después de un año del conejo de máximo estrés, celebrarán la llegada del dragón con una reunión con sus seres queridos, los que están y los invisibles que extrañan, con quienes saben que pueden conectarse con su sinfonía de relinchos. La liberación es la recompensa de años de responsabilidades familiares que los dejaron sin jinete que los cabalgue en medio de la tempestad. Su pelaje deberá ser cepillado nuevamente, los mimos que no tuvieron en años anteriores renacerán con el zoo, que también sentirá ganas de compartir más tiempo de ocio, vacaciones, fiestas y salidas culturales con su amigo, siempre dispuesto a disfrutar de la vida.

Cabra

Bienvenidos las cabras, los chivos, los cabrones, las ovejas al año del dragón. El conejo activó su quietud, no los dejó en paz pastando en las praderas; aceleró procesos que estaban estancados y les abrió los ojos para que se preparasen en una nueva visión del mundo que ya llegó. Despedidas y nacimientos en la familia, con amigos del alma, un tiempo de convivencia con médicos sin fronteras, ayuda solidaria en Ucrania, ONG, centros de rehabilitación postraumáticos, entre otras tareas sanadoras, convierten a la cabra en alguien que sabe estar en el momento oportuno, en el lugar adecuado. Su disponibilidad, buen corazón y espíritu samaritano serán muy valorados en un año de transmutación mundial.

Mono

Las materias pendientes, previas, no cursadas del simio serán tsunamis, lavas de volcán, diques que se rompen e inundan valles y pueblos, y tendrá que hacer zapping con otras situaciones más divertidas, confortables, productivas que el mono encuentra en la selva. El año del conejo es un peeling por dentro y por fuera para los monos de todas las especies. El dragón es, junto a la rata, el signo que mejor relación tiene con el simio. Juntos llegan a nuevas galaxias en las que sus ideas, planes y proyectos florecen y dan recompensa a la comunidad.

Gallo

El año del dragón revertirá su situación y será una recompensa a todo lo que han padecido. Desde el inicio del año hasta el final encontrarán patrocinadores, amigos del pasado y en redes sociales, un abanico de posibilidades para insertarse en el mercado laboral y generar su pyme, empresa, sociedad con visión de futuro. Ustedes, los grandes idealistas del zoo chino, compartirán su visión con las nuevas generaciones, millennials y centennials, y serán los inspiradores del nuevo rumbo de la humanidad. El dragón admira sus convicciones, originalidad, talento y capacidad laboral.

Perro

Queridos perros y perritas, después de atravesar la Illiada y la Odisea en el año del conejo, llega el signo que es opuesto complementario de los canes: el dragón. Los desafíos serán olas en el estrecho de Magallanes, la lava del volcán Vesubio, tsunamis en Indonesia, cambios bruscos en la dirección y las decisiones para el rumbo que imaginaron en su año. El dragón observará al perro en su conducta, si está al servicio del pueblo o si es un oportunista que en medio del caos, las crisis, el cambio de época, favorece a su jauría.

Chancho

El chancho llegará al año del dragón con sobrecarga en sus siete cuerpos y confundido sobre su balance existencial. El conejo le brindó una temporada en la que pudo resolver algunos problemas y se embarcó en otros. La ansiedad, el miedo a un tiempo caótico lo llevó hacia sociedades que no tuvieron reglas claras y fueron de palabra. El año del dragón será un espejo de sí mismo. Tendrá que poner en orden temas legales, herencias, divorcios y acuerdos en la familia. Su búsqueda personal, espiritual chocará con sus deberes profesionales, la conducción de su empresa, pyme, fábrica, emprendimiento artístico, cultural y ambiental.