El Frente de Todos logró obtener el dictamen de mayoría con el apoyo del diputado misionero Carlos Fernández. Cabe señalar que Fernández había votado a favor de la postura de la oposición en la ocasión anterior. Por otro lado, el dictamen de minoría recibió respaldo con 39 firmas y fue impulsado por la bancada de Juntos por el Cambio, así como por la legisladora bonaerense Graciela Camaño.

A pesar de estas cifras, el destino de la ley de Alquileres es incierto en el recinto. La posición que adopten los bloques federales jugará un papel fundamental en la decisión final. Se conoce que los tres diputados libertarios liderados por Javier Milei se opondrán tanto a una opción como a la otra.

En la antesala de la sesión, que se espera sea convocada la próxima semana y que podría incluir este tema, desde el Frente de Todos reconocen que la oposición podría nuevamente contar con mayoría y, en tal caso, podría ratificar la modificación que devuelve el plazo de los contratos a dos años, permite ajustes cada cuatro meses y deja en manos de las partes la actualización de los alquileres con la opción de elegir entre tres índices (IPC, IPM, IS). Es importante recordar que en la sesión de agosto, la bancada liderada por Germán Martínez estuvo a tan solo 13 votos de igualar la votación, aunque algunas voces sugieren que, de haberse producido un empate, los dos legisladores socialistas no se habrían abstenido. Sin embargo, esto ya es historia.

Si bien en el Senado, el rionegrino Alberto Weretilneck votó junto al oficialismo, se cree que sus dos diputados estarían más inclinados a respaldar la versión original. Esto refuerza la posición de Juntos por el Cambio, que instó a esos legisladores a mantener su postura durante la reunión, lo que generó desacuerdo en el encuentro.

En cuanto al texto que proviene del Senado, este conserva el plazo actual de tres años en los contratos, establece aumentos semestrales y establece un nuevo índice de actualización basado en el coeficiente "Casa Propia", utilizado por el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.

La reunión comenzó con ánimos exaltados y una intensa discusión entre la diputada oficialista Paula Penacca y la diputada radical Karina Banfi. El primer orador fue el diputado Pablo Tonelli, quien defendió la versión que se aprobó en la Cámara de Diputados como media sanción.

Tonelli afirmó: "La Ley 27.551 no ha producido los resultados esperados y ha causado una dramática alteración en el mercado de alquileres". Hizo referencia a que, en el momento de su aprobación en 2020, en la Ciudad de Buenos Aires había "una oferta de alrededor de 7.000 inmuebles", pero que en la actualidad hay menos de 1.000. Además, señaló que factores externos, como la alta inflación, han hecho que los alquileres requieran "aumentos constantes".

El diputado del Pro cuestionó que la Ley de Alquileres ha llevado a que los propietarios pierdan rentabilidad y estímulo, y que se retiren del mercado de alquileres. Aunque reconoció que es comprensible querer proteger a los inquilinos, afirmó que la protección excesiva no ha dado buenos resultados y que es necesario encontrar un equilibrio que respete los intereses de ambas partes. Tonelli reafirmó la posición de insistir en la versión original aprobada en la Cámara de Diputados.

Otro diputado a favor de la versión aprobada en Diputados, el legislador Alejandro Cacace, argumentó que un contrato de tres años es demasiado extenso en el contexto actual y se quejó de que se busque imponer precios desde el Estado, debido a los problemas que esto podría generar. Explicó que, en una economía con una inflación mensual del 12%, los propietarios se protegen de la inflación cobrando todo de una vez en el precio inicial y defendió la idea de permitir actualizaciones cada cuatro meses. Hizo hincapié en que en una economía altamente inflacionaria, se deben reducir los intervalos de actualización.

Desde el oficialismo, el diputado Itaí Hagman destacó que el problema más relevante no es solo la alta inflación, sino también la caída del salario real, lo que dificulta que los inquilinos puedan afrontar los aumentos. Señaló que la incertidumbre se ha generado debido a la expectativa de un cambio en el régimen de alquileres. Hagman recordó que el debate sobre la reforma de la Ley 27.551 comenzó el año anterior.

Según el diputado del Frente de Todos, desde la aprobación de la ley, hasta el segundo cuatrimestre de 2022, la oferta de inmuebles ha crecido, pero comenzó a disminuir en el segundo semestre de 2022, como resultado de la combinación de inflación y expectativas. Advirtió que el cambio en el plazo del contrato de tres años a dos solo beneficia a un actor: las inmobiliarias. Hagman aclaró que la ley no establece los precios de los alquileres y defendió la idea de que ambas partes se beneficiarían de un mecanismo de indexación, ya que nunca se sabe con certeza cuál será la tasa de inflación.

El debate se volvió más intenso a medida que avanzaba la reunión. Juan Manuel López, jefe de la Coalición Cívica, cuestionó tanto la ley actual como la reforma propuesta por el Senado. Hizo hincapié en que el senador rionegrino Alberto Weretilneck votó junto al Frente de Todos en el Senado, pero expresó la esperanza de que los diputados puedan mantener su independencia en relación con la posición del senador Weretilneck. Además, destacó que el bloque de Milei había votado en contra de ambos dictámenes en agosto pasado y argumentó que si el bloque de Milei y el gobernador Weretilneck respaldan la media sanción obtenida en Diputados en agosto, se lograría una mejor Ley de Alquileres.

Germán Martínez, presidente de la bancada oficialista, expresó su disgusto al considerar que era una vergüenza que un diputado solicitara la palabra para presionar públicamente a sus colegas.

Eduardo Toniolli, diputado del Frente de Todos, respondió a López y afirmó que el diputado se desempeñaba mejor como defensor de Horacio Rosatti, en referencia al presidente de la Corte Suprema. Toniolli continuó señalando que uno de los problemas en Argentina es la falta de constructividad en la oposición. Consideró que la ley defendida por la oposición parecía haber sido escrita por el personaje del Chavo del 8 y enfatizó que algunas intervenciones carecían de sensibilidad y eran alarmantes.


Karina Banfi, diputada radical, calificó el texto del Senado como una medida populista y afirmó que la única idea de la oposición era promover más intervención, congelamientos, subsidios, inflación y maquinaciones. También lanzó críticas al oficialismo y sostuvo que están en tercer lugar y que no pasarán a la segunda vuelta. Atribuyó el problema de la ley al gobierno de Alberto Fernández y pidió que terminara la "farsa" de Daniel Lipovetzky. Además, hizo referencia a los legisladores de Juntos Somos Río Negro, indicando que si respaldaban al oficialismo, seguramente quedaría en la conciencia del senador Weretilneck y de los rionegrinos, que probablemente sean propietarios.


En el cierre de la reunión, Federico Fagioli, diputado vinculado a Juan Grabois, habló de la elección entre "desregulación" y "mercado" y acusó a la oposición de odiar profundamente a los inquilinos y de querer perjudicar sus vidas. Criticó la intención de enriquecer a las inmobiliarias y calificó los proyectos de la oposición como impulsados por el odio. Afirmó que Juntos por el Cambio tenía la voluntad de arruinar la vida de 10 millones de inquilinos.


Los discursos finales desencadenaron un intercambio acalorado de respuestas fuera del micrófono, el cual continuó con gran intensidad entre Banfi y Penacca después de la clausura del plenario. Las diputadas se enfrentaron con acusaciones duras, mencionando casos políticos en disputa.