A raíz del aumento de tiroteos mortales, la gobernador del estado estadounidense de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, suspendió por 30 días el derecho a portar armas de fuego en Albuquerque y el condado de Bernalillo.

El decreto entró en vigencia el viernes pasado, según el diario La Opinión, de Los Ángeles.

La suspensión se aplica a la mayoría de los lugares públicos, incluidas las aceras de la ciudad y los parques recreativos urbanos, en un área donde históricamente se permitió el uso de armas de fuego.

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A fines de agosto, la administración del presidente demócrata Joe Biden anunció una nueva propuesta que aumenta las regulaciones para la venta de armamentos a civiles a fin de eliminar el "agujero legal de la exhibición de armas".

Eso ocurrió a pocos días de otra matanza motivada por odio racial en la que murieron tres afrodescendientes en el estado de Florida y reavivó un fuerte debate sobre el tema.

El fiscal general Merrick Garland dijo entonces que la decisión era el resultado de la ley bipartidista aprobada por el Congreso el año pasado.

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"La Ley de Comunidades Bipartidistas Más Seguras fue aprobada por el Congreso para reducir la violencia con armas de fuego, incluso ampliando las verificaciones de antecedentes que mantienen las armas fuera de las manos de los delincuentes", precisó.

Y consideró que "esta regla propuesta implementa el mandato del Congreso de ampliar la definición de quién debe obtener una licencia y realizar una verificación de antecedentes antes de vender armas de fuego".