La parálisis del sueño se caracteriza por la incapacidad para realizar movimientos voluntarios, por ejemplo, mover los brazos, mover las piernas, gritar. Puede estar acompañada por alucinaciones visuales, sensación de presión en el pecho, sensación de que existe una presencia aterradora, etcétera. Este evento, es sorprendentemente habitual, y lo que sucede es que una sección del cerebro se despierta mientras el cuerpo permanece momentáneamente sin movimiento.

“Durante la noche, nuestro cuerpo atraviesa un ciclo compuesto por diferentes fases de sueño. La última de estas fases se denomina REM, que significa Rapid Eye Movement en inglés. Es durante esta fase que si nos despiertan, más recordaremos con precisión lo que hemos estado soñando”, comenta la doctora Stella Valiensi, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño (AAMS). “En el transcurso de la fase REM, el cerebro inhibe la actividad de los músculos (es decir quedamos como paralizados), y es una medida posiblemente adoptada por la naturaleza para evitar que nuestros sueños se traduzcan en acciones físicas que puedan resultar en lesiones tanto propias como de nuestro acompañante de cama. No obstante, en ocasiones, el cerebro se activa prematuramente, es decir, entra en vigilia, dando lugar a lo que se conoce como parálisis del sueño”, agrega. Es decir, nos “despertamos” vemos que estamos en nuestra habitación, pero nuestro cuerpo no se mueve, queremos gritar y no podemos, queremos salir corriendo y no podemos.

Educación

En colaboración con la Asociación Argentina de Sueño, la empresa Calm asumió el compromiso de proporcionar información precisa y científicamente respaldada sobre la parálisis del sueño y así, a través de la educación y la conciencia, brindar apoyo a las personas que experimentan este fenómeno que impacta a muchos.

A través de su página web y redes sociales, la marca busca ofrecer una comprensión más profunda de este fenómeno y compartir estrategias para manejarlo con tranquilidad.

Consejos útiles

La marca comparte cinco consejos útiles para tratar la parálisis del sueño:

Mantener la calma: la parálisis del sueño es temporal y no es peligrosa. Mantén la calma para reducir la ansiedad. Tu cerebro se despertó antes que tu cuerpo, pronto vendrá el período de vigilia tanto en tu cuerpo como en tu cerebro.

 Respiración profunda: practícala lentamente para relajar el cuerpo y mente durante la experiencia.

Enfoca la atención: intenta mover un dedo o alguna parte del cuerpo para interrumpir la parálisis y recuperar el control, o simplemente cierra los ojos y piensa “pronto voy a entrar en vigilia”. O muévete en bloque, por ejemplo, ponerte a dormir boca abajo.

 Visualización relajante: imagina un lugar tranquilo y relajante para reducir la ansiedad y la sensación de parálisis.

Establece un horario de sueño: mantiene un horario de sueño regular, evita comer comidas pesadas abundantes antes de acostarte y evita tanto estimulantes como alcohol, antes de dormir para prevenir episodios.

Si los eventos se repiten muchas veces, busca las posibles razones que pudieron provocarlo, por ejemplo, situaciones de stress, levantarse más temprano, etc. A veces ayuda dormir boca abajo, o rotar el cuerpo (en bloque) en el momento del evento.

Recuerda que estos consejos pueden ayudar a enfrentar la parálisis del sueño con mayor calma, pero siempre es recomendable buscar atención médica.

Compartir experiencias

La comunidad de CALM brinda un espacio en su sitio web y sus redes sociales para informar sobre este fenómeno y que los usuarios puedan compartir sus propias experiencias con la parálisis del sueño. A través de historias personales y consejos prácticos, la comunidad se siente identificada con otras personas que pasan por lo mismo.

Junto con la AAMS, la empresa considera que la educación es esencial para abordar los desafíos relacionados con el sueño y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de las personas, proporcionando información actualizada y apoyo continuo a aquellos que buscan respuestas.

En el año 2011, el psicólogo clínico Brian Sharpless, que actualmente ocupa el cargo de profesor asociado en St Mary’s College of Maryland, Estados Unidos, llevó a cabo una revisión exhaustiva que hasta el momento es la más completa sobre la prevalencia de esta condición. Su análisis involucró datos de 35 estudios que abarcaron cinco décadas y englobaron a más de 36,000 voluntarios.

Los resultados obtenidos por Sharpless revelaron una prevalencia de la parálisis del sueño mucho mayor de lo que se creía. Cerca del 8% de los adultos manifestaron que habían experimentado esta condición en algún punto de su vida.

Sin embargo, esta cifra se eleva considerablemente entre los estudiantes universitarios (28%) y entre los pacientes psiquiátricos (32%).