¿Querían show? Lo tienen. ¿Esperaban hazañas del mejor jugador del mundo? Ya empezó a entregarlas. ¿Es esto lo que Inter Miami, con la MLS detrás, pretendía cuando contrató a Lionel Messi? Por supuesto. Partidos hollywoodenses, eso es lo que la industria reclama y lo que el 10 le sirve en bandeja. La narrativa perfecta. Porque lo de anoche le ganó al mejor guión. La épica de la remontada, un resultado de fantasía (¡4 a 4!), la definición por penales. Y en el centro, tan solar como sólo él puede serlo, Messi.

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Es que deja de ser trascendente por qué se juega, con quién se juega. Lo que vale es el espectáculo, eso que gira alrededor de Messi -rivales, mayoría de compañeros, competencias- termina siendo un apéndice. La gente paga la entrada (con reventas multimillonarias) o el abono a una plataforma como AppleTV para ver qué clase de animalitos extrae Messi de la galera.

Muy lindo el del 1 a 0, “hermanado” además con un gol que Messi le hizo a Real Madrid en el Bernabeu (centro atrás de Jordi Alba y remate de primera, ajustado a un palo). Pero el que cuenta, el registrado por miles de celulares en vivo, el que realmente vende títulos, es el del 4 a 4. La película venía así: FC Dallas ganaba 4 a 2 y parecía que todo estaba liquidado. Pero Inter se pone 3-4 con un gol en contra que no se ve ni en el torneo de Las Cañas. Y acto seguido llega el tiro libre desde el borde del área, un poco a la derecha, justo desde donde Messi marcó infinidad de veces. La pelota debe volar hacia el ángulo y ahí se clava. Oscarizable a más no poder.

Queda otro acto, porque Messi patea el primer penal de la serie y lo hace como en la final mundialista, al trote y esperando que el arquero se tire para el otro lado. La tanda se cierra 5-3 con el disparo certero del chico Cremaschi, actor de reparto con look de galán adolescente. Entonces Messi se ríe, corre a abrazar a todo el mundo, muestra la cinta de capitán, celebra como si hubiera ganado la Champions y un The End enorme y festivo baja en la tórrida, sofocante e inolvidable tarde-noche de Texas.

Repasemos: siete goles en cuatro partidos, tres dobletes consecutivos, participación en todas las jugadas de peligro, clasificación a los cuartos de final de la Leagues Cup -y volviendo a Miami en el próximo encuentro-. Todo demasiado rápido, una maravilla que excede a los hermanos Mas, a David Beckham y al más optimista fan de Messi.

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¿El partido? Una locura, lleno de emociones y de errores. Digno de un certamen en el que conviven algunos buenos jugadores y varios impresentables. Una lástimas por Alan Velasco, que debería estar jugando en Europa. Pero que mire el vaso medio lleno: se llevó la camiseta de Messi.

Ahora espera rival en cuartos de final

Tras vencer a FC Dallas, Inter Miami se enfrentará en cuartos de final de la Leagues Cup con el ganador del duelo entre Charlotte FC y Houston Dynamo, que se jugará hoy desde las 23 y será transmitido por AppleTV. La próxima presentación de Messi sería entonces el sábado, en horario a confirmar.