Urgente fin a la pesadilla de Guantánamo

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10 Junio 2023

César Chelala

Columnista invitado

Cuenta la leyenda que el 30 de abril de 1494 Cristóbal Colón llegó a la zona de la Bahía de Guantánamo y allí pasó la noche. Colón probablemente no soñó que esa área iba a ser objeto de un enconado debate siglos después. Y el debate no ha cesado, lo que provocó llamados para cerrar la Prisión Militar de la Base Naval Estadounidense de la Bahía de Guantánamo. Más apropiadamente, ahora debería ser devuelto a sus dueños originales, el pueblo cubano.

La Base Naval de la Bahía de Guantánamo, coloquialmente llamada GTMO por miembros del ejército estadounidense, tiene una historia compleja. Está emplazada en 45 millas cuadradas de tierra y agua en la costa de la Bahía de Guantánamo, en el extremo sureste de Cuba. Es la base naval estadounidense más antigua del mundo y ha sido alquilada desde 1903 como estación de abastecimiento de carbón y base naval. Inicialmente, el arrendamiento era de US$ 2.000 en oro por año. Esto fue enmendado, elevándoselo en 1974 a US$ 4.085.

Luego de la finalización de la guerra hispanoamericana, sellada con el Tratado de París en 1898, España renunció formalmente al control de Cuba. Los funcionarios estadounidenses negaron entonces a Cuba un asiento en la conferencia de paz de París. En 1901, el gobierno de los EE.UU. aprobó la Enmienda Platt, parte de un proyecto de ley de asignaciones al ejército. En su sección VII decía: “Que para permitir a los Estados Unidos mantener la independencia de Cuba y proteger a su pueblo, así como para su propia defensa, el gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para estaciones de carbón o navales en ciertos puntos especificados que se acordarán con el presidente de los Estados Unidos”.

Después de haberse incorporado la Enmienda Platt a la Constitución cubana, el Grl. Leonard Wood, nombrado por el presidente William McKinley para ser el gobernador militar de Cuba, dijo al Pdte. Theodore Roosevelt: “Por supuesto, queda poca o ninguna independencia real en Cuba bajo la Enmienda Platt”. Durante la fracasada –en menos de 65 horas– invasión a Cuba, realizada por los exiliados cubanos en Bahía de Cochinos en abril de 1961 con el apoyo de Estados Unidos, Washington concentró tropas y armas en Guantánamo.

En las dos últimas décadas del siglo XX la base también fue utilizada para albergar a refugiados cubanos y haitianos que huían de su país y que eran interceptados en alta mar. Desde el 11 de enero de 2002, la base alberga el centro de detención de Guantánamo, donde unos 780 musulmanes capturados durante la invasión estadounidense a Afganistán han sido detenidos y torturados. Hasta febrero de 2023, 31 detenidos siguen encarcelados en la Bahía de Guantánamo. Estas no son las condiciones bajo las cuales se firmó el contrato de arrendamiento.

Varias organizaciones de Derechos Humanos como el Comité Internacional de la Cruz Roja, Amnistía Internacional y Human Rights Watch, así como las Naciones Unidas, han condenado el trato a los reclusos en Guantánamo, varios de los cuales se han suicidado antes de aceptar las condiciones en la prisión o campo de detención.

Desde 1959, el Gobierno cubano ha manifestado su deseo de poner fin al contrato de arrendamiento de Guantánamo, solicitud a la que Estados Unidos se ha negado sistemáticamente. El gobierno cubano insiste en que las condiciones del arrendamiento fueron impuestas bajo coacción, ya que el tratado se impuso a la Asamblea Nacional de Cuba como condición previa para la independencia limitada de Cuba. Alfred-Maurice de Zayas, Abogado estadounidense y Profesor de Derecho Internacional, señala que el artículo 52 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, establece: “Un tratado es nulo si su celebración se ha obtenido mediante la amenaza o el uso de la fuerza en violación de los Principios del Derecho Internacional, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”.

Argumentos legales y éticos favorecen la devolución de Guantánamo a Cuba. El mundo está profundamente conmovido ante tantas imágenes infames de crueldad y violencia. Lo que se necesita en cambio son ejemplos de tolerancia, aceptación e inteligencia que muestren la bondad e inteligencia del espíritu humano. Devolver Guantánamo a Cuba es una medida largamente demorada que traería una imagen mundial de buena voluntad, sería un paso en la dirección correcta.

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