

Ingenieros coincidirán en que un puente resulta una solución muy adecuada para unir dos lugares separados por un gran espacio abierto. Eso sí, cuanto mayor sea la abertura que separa ambos extremos, mayor será la dificultad para lograr ese puente. Si se toma el ejemplo como metáfora para hablar de la realidad política, la cosa se complica mucho. Por eso, a criterio del diputado Facundo Manes (Unión Cívica Radical -UCR-), uno de los presidenciables de Juntos por el Cambio (JxC), tender un puente que resuelva la grieta latente en la cotidianidad de los argentinos puede implicar una verdadera epopeya, comparable a lo que significó el retorno de la democracia.
“Y para ello precisaremos líderes que inspiren, que lideren con esperanza, no con miedo. Necesitamos líderes que nos unan”, consideró. Y en ese sentido, destacó que esas personas deben provenir de la sociedad civil, no de una política que ha perdido valores clave. “Somos nosotros, los que trabajamos para mejorar la calidad de vida de nuestras familias, los que no nos resignamos; nosotros tendremos que tomar el mando. No se puede seguir así, pero mucho menos se puede renunciar”, afirmó.
El neurocientífico dialogó telefónicamente con LA GACETA, en el marco de desarrollo del cronograma electoral para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se realizarán el 13 de agosto. Entre otros, opinó sobre temas internos de la coalición de la cual forma parte y sobre cuestiones político electorales más generales, de los ámbitos nacional y de Tucumán.
- ¿Cómo vio la cautelar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) que, en definitiva, significó la postergación de los comicios provinciales?
- Vi división de poderes. En la Argentina, uno puede o no estar de acuerdo, pero la CSJN tiene la capacidad de elaborar ese fallo, y debemos aceptar las decisiones aunque no estemos de acuerdo; algo que al kirchnerismo mucho no le gusta. Acaso lo único que podría discutirse es la fecha en la cual emitieron el fallo, tan cercana al día de la votación. Pero por lo que averigüé, por una serie de variables se dictó la cautelar en el momento justo.
- Cuando se habla de los presidenciables o de hombres fuertes de JxC fácilmente salen nombres de dirigentes del PRO: Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, el ex presidente Mauricio Macri, la ex gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal. ¿Por qué no aparecen más radicales?
- Lo que nos diferencia a los radicales del PRO, es que la UCR es un partido que peleó por sostener y por mejorar la república durante mucho tiempo. Eso admira el PRO de nosotros. Además, somos un partido de origen popular. Ahora, JxC no se debe transformar en un partido político, sino en una coalición a la europea. Que la gente en las PASO vote a quién le parezca la mejor opción para representar la coalición. Nosotros estamos trabajando para eso, para lo que hicimos en 2021, que fue ampliar la coalición; es decir, mantener la identidad radical, pero atraer al peronismo, al votante desencantado de JxC. En aquella elección ampliamos la coalición y ganamos las elecciones. Eso debe pasar ahora. No podemos reducir JxC a una interna del PRO. Es necesario que la UCR presente un candidato, que pueda inspirar a nueva mayoría social, con mayoría legislativa.
- ¿Y se pueden sintetizar los radicales que suenan -usted; el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el senador Martín Lousteau, por ejemplo- en una única opción de la UCR?
- Estoy convencido; y estamos trabajando para eso. Los radicales tenemos una responsabilidad histórica: somos un partido centenario, con extensión territorial, con gente nueva, que le habla a los jóvenes. En 2021, las listas lideradas por los radicales sacaron la mitad de los votos de JxC. ¿¡Cómo ese sector no propondrá un candidato a presidente!? La interna del PRO, que está copando la atención pública, achica la coalición y podemos llegar a salir terceros.
- ¿Cómo analiza el supuesto crecimiento electoral del diputado Javier Milei?
- Entiendo a una parte importante del votante de Milei. Hay gente enojada con la política y con los políticos; y acaso por ser alguien que viene de afuera de la política lo entiendo más. Pero Milei no es el camino. En el mundo no existe un país donde funcionen las fantasías que él propone. ¿Dolarizar la economía de un país sin crédito?; y no puedo acordar jamás con la venta de órganos, o con la venta legal de armas. Es una estafa electoral; sería una nueva frustración para la Argentina. Además, es un remedio vencido: muchas de las cosas que propone ya las probamos, y nos fue pésimo: la intolerancia de la dictadura; y el “uno a uno” (Ley de Convertibilidad), que era parecido a una dolarización que hizo que en 2001 explote el país y destruyó el aparato productivo. La libertad, finalmente, es colectiva, no individual. Y se la genera derrumbando muros, no construyéndolos. No vamos a salir atacando al otro, sino mediante un nuevo contrato social.
- ¿Cuáles serían las prioridades para el próximo Gobierno nacional?
- Lo principal es estabilizar la economía. Es imposible vivir o crecer con este nivel de inflación. Y cuando la estabilización es exitosa la economía se expande. Será necesario un Gobierno de amplio consenso social. Y eso no se logra desde los extremos. No se precisan medidas estrafalarias, de ningún premio Nobel de economía para lograr la estabilización: un plan que coordine la política monetaria, la fiscal; fijar un tipo de cambio creíble para el dólar. Pero además de estabilizar la economía necesitamos crecer, desarrollarnos, crear empresas. En ocho años debemos haber duplicado las exportaciones. Debemos cambiar la palabra “ajuste” por “crecimiento”. Estamos convencidos de que debemos tender acuerdos y puentes; hay un enorme potencial de crecimiento.
- ¿Se pueden crear acuerdos y puentes?
- Este país fue construido por gente como nosotros, los que trabajamos. Estamos en un momento difícil; pero no podemos renunciar, debemos involucrarnos todos. A los 14 años me inspiró la epopeya democrática liderada por (Raúl) Alfonsín. Eso fue la última política de Estado colectiva exitosa. Hoy los chicos de clase alta y media alta fantasean con irse del país; y a los vulnerables los expulsa el sistema. Hay que lograr la gran epopeya nacional de unir a todos; debemos adoptar el camino del desarrollo. Para eso precisamos líderes que construyan puentes. No hay lugar para moderados; de esto se sale con una epopeya.