Más de 17.000 argentinos padecen esclerosis múltiple

Más de 17.000 argentinos padecen esclerosis múltiple

Hay muchos pacientes que no disponen de un diagnóstico adecuado. Síntomas y riesgos.

EN EL MUNDO. La enfermedad afecta a 2,8 millones de ciudadanos. EN EL MUNDO. La enfermedad afecta a 2,8 millones de ciudadanos.
29 Mayo 2023

Acorde a los últimos datos registrados por la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, se estima que -a nivel global- hay 2,8 millones de personas que viven con esta enfermedad. Dentro de Latinoamérica, nuestro país es el territorio con mayor prevalencia: aproximadamente se estima que 17 mil argentinos poseen la afección.

“El incremento de la prevalencia de la esclerosis múltiple debe ser un llamado de atención hacia la comunidad médica, porque tenemos que estar muy atentos a los síntomas que se presentan y poder hacer un diagnóstico precoz; por eso son tan importantes las campañas de concientización”, sostuvo Adriana Carrá, directora médica de la Asociación Esclerosis Múltiple Argentina (EMA).

En el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (conmemorado cada 30 de mayo) dicha información revela la necesidad de fomentar el diagnóstico temprano. Además de lograr una mayor conexión entre los pacientes y su entorno para obtener una mejor calidad de vida. “Es fundamental brindar información y concientizar sobre la esclerosis múltiple durante esta fecha y el resto del año. La conexión es con la sociedad, con la familia y con sus médicos. Esto resulta fundamental para evitar el aislamiento y la depresión”, afirmó la psicóloga Johana Bauer, también miembro de EMA.

Características

La esclerosis múltiple suele aparecer en gente joven, entre los 18 y 35 años. Además de presentarse con mayor recurrencia en las mujeres (tres de cada un caso).

Sus principales síntomas son la pérdida de agudeza visual, la pérdida de fuerza en los miembros superiores o inferiores del cuerpo y el dolor ocular. La lista incluye también problemas motores, trastornos del equilibrio, incontinencia urinaria y el adormecimiento de las manos y las piernas.

“Los síntomas son muy variados y cambian entre una persona y otra; esto hace que la enfermedad sea quizás, en algunas instancias, más difícil de diagnosticar, sobre todo si no se piensa y no se busca esta afección”, consignó el doctor Guido Vázquez, neurólogo del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro e INECO.

Lo que dificulta aún más el diagnóstico es que la patología aparece, en el 80 % de los casos, como un brote o remisión. Es decir, que la condición aparece de manera aguda y dura más de 24 horas; en ese tiempo se registran varios síntomas en simultáneo, sin embargo, entre la semana y los 15 días posteriores a su inicio estos disminuyen o incluso desaparecen.

“Si la persona demora en consultar, cuando llega al consultorio, tal vez no encontremos nada físicamente. Por esta razón es fundamental realizar un buen interrogatorio. Aunque logramos bajar de ocho a cuatro años la demora diagnóstica, este lapsus sigue siendo un tiempo altísimo y, además, hasta llegar a este punto los pacientes suelen ser tratados erróneamente”, señaló Carrá.

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