La Argentina está barata y los vecinos salen de tours de compras

La Argentina está barata y los vecinos salen de tours de compras

El tipo de cambio favorece a los consumidores de países de la región que aprovechan para comprar mercadería de consumo masivo.

La Argentina está barata y los vecinos salen de tours de compras IMAGEN TOMADA DE LOS ANDES (José Gutiérrez)

Y un día se dio vuelta la tortilla. Los argentinos solían viajar hacia países limítrofes para adquirir productos que, por efecto del cepo cambiario, les resultaba más barato trasladarse hacia esas fronteras que concurrir a los negocios instalados en su lugar de origen. Pasó hace poco con los neumáticos y suele ocurrir cada verano, cuando los argentinos eligen destinos tradicionales de Brasil, Chile o Uruguay para adquirir tecnología que en este país no se consiguen o bien cuestan dos o tres veces más que en otras latitudes. Ahora son los vecinos los que “invaden” la Argentina que, por efecto de un dólar elevado puertas adentro, les resulta todo barato.

La oleada de compradores de países limítrofes cruzando la frontera llegó en el último período a lugares como Mendoza, que se encuentra a varias horas de viaje de las ciudades chilenas más cercanas. Los “tours de compra” no apuntan a bienes del llamado “consumo durable”, sino a productos de consumo masivo, un fenómeno que bien puede tratarse de la formación de una especie de “Provincia 25” por la magnitud de operaciones involucradas, sostiene un informe elaborado por el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral). ¿Cuáles son los artículos de mayor demanda? Los productos más demandados son alimentos no perecederos, productos de limpieza y de higiene personal, entre otros. No son compras por única vez, sino cada vez más frecuentes. Se trata de “turismo de ahorro” ya que, en muchos casos, los visitantes -con dólares que se cambian en el mercado paralelo- consiguen esos artículos a un tercio del precio que deberían pagar en sus países de origen, explica el economista Jorge Day, autor del informe.

Respecto de la brecha cambiaria, para encontrar valores semejantes a los del dólar “blue” ($ 490) hay que remontarse a períodos de crisis muy severas del pasado, de la década de 1980, o de mediados de la década de 1970. Como referencia, durante los años del cepo “original”, entre 2012 y 2015, la cotización en el mercado paralelo fluctuó en torno de los $ 300, a precios actualizados. El fenómeno se profundiza por otros factores convergentes.

• Primero, el programa de “Precios Justos” implica productos más baratos, si se los encuentra en la góndola.

• Segundo, algunos productos de consumo masivo son importados, al dólar oficial, que está artificialmente bajo.

• Tercero, los combustibles tienen precios regulados, muy por debajo de los precios en otros países. Entre enero-marzo de 2021 e igual período de 2023, las ventas de combustibles se incrementaron un 9% en el promedio país, pero lo hicieron un 35% en Formosa, un 29% en Misiones, un 24% en Corrientes y un 22% en Entre Ríos.

También se registró una mayor recaudación en el impuesto a los Ingresos Brutos en provincias de frontera. Para dar un ejemplo de la magnitud de este comportamiento fiscal, basta con observar que la variación en términos reales de la recaudación de ese impuesto en Buenos Aires fue de sólo el 3 %, entre enero-abril de 2021 e igual período de 2023, mientras que ese guarismo fue de nada menos que el 28% en Jujuy, el 12% en Formosa, el 10% en Chaco y el 9% en Salta y Mendoza. Un informe de Nielsen sobre las ventas de productos de consumo masivo (netas de inflación) anotó para 2022 un incremento de 4,6% para el promedio del país, pero con un ritmo muy superior en localidades limítrofes, caso de Clorinda con un 33%; Iguazú el 120%; un 16 % para Posadas y 27 % en Gualeguaychú, ciudades preferidas para la nueva oleada de compras de productos de consumo masivo.

¿Continuarán esas compras masivas? Day señala que no se espera que se elimine el cepo y, en un contexto de incertidumbre, generado por las elecciones y por la escasez de dólares en el Banco Central, es probable que la brecha cambiaria siga siendo significativa, siendo éste el incentivo que atrae a nuestros vecinos. “Confiando en que haya un cambio sustancial en la política económica a partir del próximo año, estas compras masivas posiblemente disminuyan en el mediano plazo, de la mano de una menor brecha cambiaria”, puntualiza el economista. Lo peligroso de este fenómeno es que la Argentina se quede sin stock para el consumo interno y que la mercadería comience a faltar en las góndolas de los supermercados por efecto de un consumo foráneo porque la Argentina seguirá siendo barata para el extranjero.

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