Cartas de lectores: Ayn Rand: la libertad como bandera

Cartas de lectores: Ayn Rand: la libertad como bandera

Cartas de lectores: Ayn Rand: la libertad como bandera
24 Marzo 2023

“Cuando adviertas que para producir necesitas autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes sino favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada”. Diremos irónicamente que: cualquier parecido o similitud con nuestra realidad es una mera coincidencia, y aunque parezcan expresiones extraídas del discurso de algún candidato, las mismas no son de ahora porque pertenecen al siglo pasado cuando una escritora rusa, nacionalizada estadounidense, supo amar la libertad, tenerla como bandera y escribir un libro como lo fue: “La rebelión de Atlas”, a él pertenecen esas reflexiones iniciales. Nacida el 2 de febrero de 1905 en San Petersburgo: Alissa Zinovievna Rosenbaum, más conocida como Ayn Rand, en 1925 viajó a EEUU y allí se quedó para siempre. Defensora de los derechos individuales supo destacar siempre la libertad para el progreso. Decía: “La creatividad, la innovación y el progreso necesitan siempre de libertad para poder brotar”. Sus principales obras de ficción fueron: “El Manantial”, “La rebelión de Atlas” y ya en 1936 había publicado “Los que vivimos” con contenido autobiográfico donde narraba la vida dramática de una mujer de espíritu independiente bajo el régimen totalitario soviético. Fue la filósofa que defendió de una manera lógica y sistemática los derechos individuales, enemiga implacable de aquellos que sacrifican la libertad del hombre a los caprichos de los políticos, edictos de burócratas y envidia de igualitaristas. Combatió la demonización de la figura del empresario tan típica de nuestra Latinoamérica en donde en vez de admirar el éxito se persigue el fracaso, en vez de celebrar la creación de riqueza se la condena y se alaba al gobierno pidiéndole mayor asistencialismo paternalista. Finalmente diremos que en consecuencia cualquier parecido con la realidad nuestra no es mera coincidencia ya que con el imperio del populismo esto era un final anunciado: solo generó a través de estos años mayor nivel de pobreza, de desocupación, menos educación, y destrucción de la clase media, todo al amparo de un Estado paternalista e intervencionista que operó para que la población argentina sea cada vez más tristemente dependiente de él. Por lo tanto, saque usted sus propias conclusiones.

Juan L. Marcotullio                           

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios