Una biblioteca con el nombre de Honoria Zelaya de Nader

Una biblioteca con el nombre de Honoria Zelaya de Nader

Reconocimiento del Instituto Privado Famaillá, que está celebrando 25 años

HONORIA ZELAYA. Incansable trabajadora de las letras. HONORIA ZELAYA. Incansable trabajadora de las letras.
28 Noviembre 2022

La dirección y la comunidad educativa del Instituto Privado Famaillá, en reconocimiento a su dedicada labor literaria y pedagógica, dirigida particularmente, a los niños y adolescentes, ha decidido bautizar a la biblioteca de la institución con el nombre de Honoria Zelaya de Nader.

Nacida en Famaillá, Zelaya es escritora, docente, doctora en Letras, integrante del equipo de investigadores de los sucesivos proyectos Ciunt de la cátedra de Literatura Argentina, desde 1986 hasta la fecha. Periodista cultural, fue cofundadora con María Eugenia Virla del Centro de Investigación e Información de Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Nacional de Tucumán, y del Vagón Biblioteca “Estación de la Alegría”.

Ha publicado, entre otros libros, “En la hamaca tucumana” (poemas), “Un huevo es una sorpresa” (cuentos), “Caramelos surtidos” (Antología de cuentos y relatos de autores tucumanos), “¿Quién soy? Cuenta Historia de Tucumán” (nouvelle), “Papá, ¿para qué sirve la política?”, obra declarada de interés por el Senado de la Nación y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

En la actualidad dirige la Escuela para Padres Animadores de la Lectura y el Laboratorio de Lectura del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán. Es miembro de la Academia Argentina de Literatura Infantil Juvenil y preside la filal Tucumán de la Asociación Argentina de Lectura. En 1991, fue declarada ciudadana ilustre de su ciudad natal, Famaillá, por su labor en pro de la literatura infantil juvenil.

La doctora Zelaya de Nader alguna vez definió: “La literatura es arte, no dialéctica de la lengua”, para criticar que se usaran los libros de cuentos para enseñar gramática en vez de enseñar el goce de la lectura. Y también subrayó: “no hay mayor injusticia social que la de un niño que no tiene un libro de cuentos en sus manos”.

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