Productores tucumanos celebran por las lluvias, pero advierten por daños irreparables

Productores tucumanos celebran por las lluvias, pero advierten por daños irreparables

La llegada de las precipitaciones cambió el semblante de los productores. Hay cultivos que no se recuperarán.

21 Noviembre 2022

De a poco, la aparición de lluvias va cambiando el panorama de los principales cultivos en Tucumán, que se vieron fuertemente afectados por los meses de sequía. No obstante, aún no se sabe qué tanta producción se perdió y cuánta se puede recuperar.

“La situación en la que veníamos hasta el fin de semana anterior era muy grave. Ahora tuvimos una lluvia importante, lo cual nos abre otro panorama”, sostuvo Augusto Guillén, de Cañeros del Sur.

Aseguró que la producción atraviesa un estrés hídrico importante, que provocó la pérdida de una parte de los cultivos. “Si se regularizan las lluvias, se podría llegar a componer la situación. Pero lo que se perdió de crecimiento en estos dos meses, ya no se recupera”, lamentó.

Guillén estimó que el año que viene también se podría ver resentido el trabajo agropecuario. “Puede haber igual y hasta un poco menos de caña que este año. Podría haber menos producción y menos trabajo”, analizó.

Sin embargo, consideró que “proyectarse es muy difícil”, ya que “el cambio climático es muy importante y genera que los hábitos normales de trabajo vayan cambiando”.

Por su parte, Diana Chediack, productora de limón y de nuez pecán en la zona de El Chañar, indicó que se mantiene esperanzada. “En mi finca llovieron 20 milímetros en un día y 90 en el otro. Es un respiro; esperamos que no se corten las lluvias”, auguró.

Manifestó que, en su caso, no se detectaron pérdidas hasta el momento. “Sí está resentida la producción de limón de verano que viene retrasado, pero no puedo decir que haya perdida alguna”, explicó.

Justo cuando el citrus lo necesitaba, llegó la lluvia. “Al limón lo cosechamos a fines de septiembre y en marzo, las nueces. Estábamos regando, así que nos vino muy bien el agua”, dijo Chediack.

Aseguró que se trató de una “lluvia tranquila, sin viento ni granizo”, lo que es bueno para los cultivos. “Al llover lentamente, en ocho horas se absorbe y no corre el agua”, detalló.

En este sentido, remarcó: “los agricultores invertimos a cielo abierto”. Y comentó que “es temprano para tener un panorama con certeza, dado que los pronósticos le están errando”.

El mismo pensamiento lo tiene Alejandro Dávalos, de Cañeros del Este. “Es la primera lluvia que tenemos, hay que esperar a ver la reacción de los cultivos con el agua”, dijo a LA GACETA.

Indicó que hay un tipo de gusano, el elasmopalpus, que ataca durante la sequía y durante la quema de cañaverales. “Tenemos que ver cuál fue el daño que se produjo, pero sabemos que fue una linda lluvia, chica, de 40 milímetros”, declaró.

Dávalos no quiso dar estimaciones, ya que considera que “pueden llover 40 milímetros y a los dos días puede secarse todo; en zonas arenales se absorbe en un rato. No es mala la lluvia, pero esperamos que se sostenga en el tiempo”.

La aparición de lluvias más frecuentes podría cambiar la situación de la producción. “La época de lluvias en enero, febrero, marzo y abril, es determinante. Pero todo depende del clima”, analizó el productor.

Sin embargo, el daño ya está hecho. “La sequía ya dejó marcado un daño para el año que viene. Pérdidas hay, pero todavía no podemos saber cuánto. Eso se sabrá el año que viene, depende de cómo sigue la situación de ahora en más”, concluyó.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios