San Martín: “El club debe seguir intentándolo”

San Martín: “El club debe seguir intentándolo”

Diarte, como casi todos los jugadores, no sabe qué será de su futuro; pero afirma que San Martín no puede darse por vencido ante el primer obstáculo: “en lo institucional, se está haciendo un trabajo bárbaro”.

SIN CONSUELO. Diarte se derrumbó ni bien se consumó la eliminación y lloró desconsoladamente. “Lo vivo así, con mucha pasión. El dolor es normal”, sentenció. SIN CONSUELO. Diarte se derrumbó ni bien se consumó la eliminación y lloró desconsoladamente. “Lo vivo así, con mucha pasión. El dolor es normal”, sentenció. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
26 Octubre 2022

Consumada la derrota y la eliminación a manos de Defensores de Belgrano, no había manera de levantarlo del césped. Lucas Diarte no tenía consuelo. Por eso cuando Fernando Espinoza pitó el final, se derrumbó casi en el centro del campo. Lloró con todas su fuerzas, se lo notaba devastado. Y no era para menos.

Muchos compañeros intentaron darle ánimos, pero no había caso. Su llanto prosiguió puertas adentro y cuando apareció por la sala de conferencia de prensa, sus ojos estaban hinchados, pasados por agua, y dejaban en claro que el dolor que sentía era grande; muy grande en serio.

“A los 20 días de haber llegado al club me rompí la rodilla y no pude jugar durante todo ese año en Primera. Los años siguientes estuvimos siempre ahí, cerca de lograr el objetivo, pero nunca se nos dio. No pude lograr el ascenso con esta camiseta y ese es un dolor que tengo y que voy a tener siempre, toda la vida. Es una cuenta pendiente y por eso es el dolor que hoy siento”, dijo con la voz entrecortada, haciendo el esfuerzo para no volver a quebrarse, ante una consulta de LG Deportiva. “El dolor es el normal de una persona que ama lo que hace y que siente tanto estas situaciones. Por eso llegué a este extremo; al fin y al cabo es fútbol y el fútbol requiere de mucha pasión”.

En un primer momento, minutos después de un nuevo golpe a la ilusión, sus palabras sonaron a despedida. Sonaron a que no habrá revancha, a que ese dolor quedará grabado para siempre en su corazón y que no podrá hacer nada para sacárselo. Pero según sus declaraciones, aún no hay nada claro. El golpazo está todavía fresco y no es momento de ponerse a tomar decisiones en caliente, con la angustia ganando la escena.

“Intentar lo vamos a seguir intentando siempre”, declaró el lateral que en Córdoba comenzó a sonar como posible refuerzo de Belgrano, de cara a su nueva incursión en la Liga Profesional.

Diarte no sabe qué será de su futuro. Tampoco lo piensa por estas horas. Sólo apuesta a hacer el duelo, a tratar de bajar las pulsaciones y a esperar para tomar la decisión correcta. Pero lo que tiene muy en claro es que San Martín no puede bajar los brazos en este momento.

Él, como casi todos en Bolívar y Pellegrini, considera que es momento de levantarse y de seguir. De seguir luchando, de seguir dando pelea como marca la historia de la institución. “Siempre se dice que los jugadores están de paso. Pero acá San Martín es lo que importa. El club debe seguir luchando, apostando todo para llegar a Primera y una vez que lo logre, para mantenerse. Desde lo institucional se viene haciendo un trabajo bárbaro, magnífico y estamos seguros que cuando se dé el ascenso, San Martín se va a mantener porque se están haciendo cimientos firmes y buenos; y eso es lo que verdaderamente importa”, afirmó, dejando en claro que no está dicha la última palabra, y que a su situación la analizará en su debido momento y la charlará con las personas indicadas. “No sé qué pasará con nosotros, con los jugadores que hoy estamos en el club. Esa es la realidad. Pero yo acá fui feliz; soy feliz y siempre disfruté, y lo sigo haciendo, de estar en este club. De ir a entrenarme y de defender la camiseta”.

Cuando las historias no tienen el final que los protagonistas esperan, es normal que el dolor amenace con derrumbarlo todo. Eso lo sabe muy bien Lucas. “Quizás todo se viene abajo por no haber logrado el objetivo, pero estar en este club es muy lindo. Acá conocí gente hermosa, gente que me hizo crecer en todos los aspectos. Lo que se vive en San Martín es increíble. Hay que levantarse y aprender de este dolor. La institución debe pensar así y prepararse ya mismo para seguir intentando, para seguir siendo competitivo, porque todo se va a dar. Todo se va a dar”, concluyó uno de los abanderados de un San Martín, que está obligado a levantarse y, como él dice, a seguir dando pelea.

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