Condenan a muerte al hombre que disparó el #MeToo iraní

Todo empezó en 2020, cuando cerca de 20 mujeres denunciaron a Keyvan Emamverdi (de 33 años en ese momento) en las redes sociales. Propietario de una librería en un centro estudiantil e intelectual de Teherán, Emamverdi fue acusado de haberlas drogado y violado. Rápidamente -y de manera inusitada- el caso se viralizó en el país y desencadenó en las redes sociales una gran oleada de testimonios de víctimas de acoso. De esa manera, se inició el movimiento #MeToo en Irán, aunque bajo la consigna #Tadjavoz (que significa violación en persa).  Pasaron dos años de aquel hecho y la Justicia condenó a Emamverdi a muerte.

Se trata de un hecho histórico en el país de Asia. Tradicionalmente, la violencia sexual es considerada un tema tabú y las autoridades no toman medidas si no hay una demanda previa; por esto que es que luego del revuelo en redes la Justicia de Irán pidió que todas las víctimas realizaran denuncias anónimas para poder juzgarlo. Emamverdi fue sentenciado por “corrupción en la tierra”, que se castiga de una sola manera: pena capital.

“El acusado Keyvan Emamverdi fue condenado a muerte por el tribunal de primera instancia”, resumió la agencia de noticias Isna, citando a Shima Ghousheh, la abogada de cinco de las demandantes. Pero hay muchas más víctimas, según aseguró Hossein Rahimi, jefe de policía de Teherán, que indicó que el año pasado Emamverdi confesó que haber violado a cerca de 300 mujeres en un periodo de 10 años.

La noticia sienta un precedente y, de hecho, el caso también generó que decenas de iraníes -incluidos artistas e investigadores- fueran acusados de violencia sexual y agresión en las redes sociales. De hecho, el furor fue tan grande que pocos días después de que Emamverdi fuera apresado, la vicepresidenta iraní de Mujeres y Familia, Masumeh Ebtekar, instó a las mujeres a denunciar las agresiones sexuales, pidiendo por una mayor sensibilización de la sociedad.

Pero no todo es positivo. Ghousheh consideró que el tribunal no abordó el tema de la compensación a las víctimas y que se opondrían a esto. No es la primera vez que los demandantes reclaman el accionar del tribunal: con anterioridad, afirmaron que los responsables de llevar el caso no estaban tomándolo con seriedad; incluso, Ghousheh y las víctimas salieron a pedir apoyo en las redes sociales el pasado junio. Ante varios palos en la rueda durante el juicio (hubo cancelaciones de las sesiones) el mayor miedo era que Emamverdi pudiese salir en libertad bajo fianza en agosto, cosa que finalmente no sucederá.