Un giro impensado por un robo en la facultad de Artes

Un giro impensado por un robo en la facultad de Artes

El universitario que tuvo problemas con la ley por su adicción.

Un giro impensado por un robo en la facultad de Artes
19 Junio 2022

La audiencia por el robo que sufrió una docente mientras dictaba clases en la Facultad de Artes tuvo un giro impensado. El acusado del hecho confesó que comenzó a consumir drogas hace 22 años cuando estudiaba Odontología. El duro testimonio del hombre de 40 años no evitó que una jueza le dictara la prisión preventiva por 45 días.

El jueves, Juan Pablo Segundo Ibarra fue detenido por protagonizar una pelea con el encargado de un drugstore de Buenos Aires y Bolívar. Cuando era reducido, una mujer les avisó a los policías que esa persona le había robado el teléfono el día anterior. Al requisarlo, los uniformados encontraron el celular sustraído, por lo que fue aprehendido. El auxiliar Miguel Fernández, bajo las instrucciones del fiscal Diego López Ávila, explicó cómo se había producido el hecho. Ibarra, simulando ser sordomudo, interrumpió una clase. Se paró al frente del aula con un cartel donde explicaba su discapacidad y pedía colaboración. En un momento, empujó a la docente, se apoderó de su celular y escapó corriendo sin que nadie pudiera detenerlo.

Fue acusado de hurto simple.

“Niego esa acusación”, dijo el imputado en la audiencia. Momentos después indicó que desde hace 22 años consume droga. “Cuando estudiaba Odontología perdí a mi padre. Eso me dejó muy mal. Vino un compañero y me dijo que él tenía un remedio que me sacarían todas las penas: ahí probé la novacaína y no paré más. Nunca pude parar de hacerlo”, explicó. Este es un fármaco utilizado para las prácticas odontológicas como anestesia. Su consumo genera una fuerte adicción, genera severos daños en el sistema nervioso central. Ibarra dijo que se gana la vida cuidando autos en la zona de la Facultad de Artes y que vive en situación de calle. “Tengo una orden de prohibición a mi madre. A pesar de esta medida, ella me aceptó que volviera, pero mis hermanos, que no viven en la casa de Banda del Río Salí, me corrieron porque temían que le hiciera algo”, explicó el procesado.

“Por mi situación, una jueza me mandó a un hogar para que me recuperara, pero ese lugar no era para mí. A los 20 días me fui y volví a la calle y a consumir”, señaló.

Fernández informó que meses atrás, el acusado había sido condenado a un año de prisión condicional por una causa de amenazas simples en contra de su madre. “Una de las reglas de conducta que le impusieron era justamente que se internara en un centro de rehabilitación del que terminó escapándose”, explicó.

También informó que en 2005 había sido condenado por tentativa de robo agravado a tres años de prisión condicional, por un hecho que se registró en 2001.

El representante del Ministerio Público Fiscal solicitó que se le dicte la prisión preventiva entendiendo que Ibarra no es una persona que cumple con las órdenes judiciales y que podría entorpecer el proceso escapándose o no presentándose ante las autoridades. La jueza María Alejandra Balcázar, que fue la que firmó la condena anterior a Ibarra, le dictó la prisión preventiva por 45 días.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios