Evolución de la quema de caña en la provincia

Evolución de la quema de caña en la provincia

Mediante la tecnología se brinda un panorama desde hace casi una década.

QUEMA. Además del monitoreo provincial se analizaron campos particulares. QUEMA. Además del monitoreo provincial se analizaron campos particulares.
04 Junio 2022

Durante la jornada sobre plantación y cosecha en caña de azúcar que organizó la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Javier Carreras, de la sección Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica (SIG), brindó un panorama sobre la evolución de la quema de caña de azúcar en Tucumán.

“Históricamente uno de los procedimientos más aprovechados y difundidos para la cosecha de caña de azúcar en el mundo es la quema del cañaveral. Sin embargo, esta práctica hoy está sometida a un número importante de críticas, fundadas principalmente, en la concientización sobre el impacto que genera en los contextos ambiental y social. Sumado a esto, la gran cantidad de estudios científicos que demuestran las potenciales pérdidas de rendimiento en una caña que atravesó una quema respecto de aquella libre de fuego. Por otro lado, los intereses económicos y ecológicos derivados de la utilización de los residuos energéticos, favoreció el aumento de las prácticas de cosecha de caña de azúcar en verde”, explicó.

En algunas zafras cañeras, además prevalecen condiciones predisponentes a la propagación del fuego en los cañaverales; fuertes heladas sumadas a la sequedad del ambiente definen un escenario marcadamente favorable para su expansión. “En este contexto, es de suma importancia la evaluación espacio-temporal de estos procesos, para poder proveer de factibles escenarios de planificación presente y futura. Aquí juegan un rol importante los sensores remotos que, sumados a los SIG, permiten realizar un minucioso seguimiento del fenómeno en estudio”, subrayó Carreras.

Añadió que mediante el uso de estas metodologías se pudieron obtener resultados anuales de superficie quemada desde 2013 hasta 2022, con segregación de datos a nivel departamental, permitiendo así el monitoreo y cuantificación del fenómeno. “Además del monitoreo provincial de superficie y haciendo hincapié en la pérdida de producción, se realizaron estudios particulares en campos productores de caña de azúcar, donde se corroboró por medio del análisis satelitales y de campo, que las pérdidas en los cañaverales afectados por quemas en períodos críticos como el caso de la brotación, puede significar del 90% al 100%. Mientras que en campos afectados por quemas tempranas sobre rastrojo, las pérdidas significaron un 43% aproximadamente. Lo que pone de manifiesto las condiciones adversas que este fenómeno imprime en la producción y el contexto socio ambiental”, detalló el especialista.

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