Cartas de lectores IV: tránsito, escuelas, peleas

Cartas de lectores IV: tránsito, escuelas, peleas

29 Mayo 2022

Ordenar el tránsito vehicular es una tarea difícil. El crecimiento del parque automotor en una ciudad que se diseñó en un tiempo remoto es una dificultad. La anomia del ciudadano y la de sus dirigentes es otro de los obstáculos. Una parte del universo, en la cuestión del tránsito, se relaciona con la existencia de los establecimientos de educación, muchos de ellos ubicados en el centro de la ciudad. Ello es una realidad, lo mismo que la necesidad de muchos padres y responsables de los niños de llevarlos y traerlos en los horarios respectivos. No se debe estacionar en doble fila. Es parte de la norma vigente. Es inadmisible que se produzcan discusiones entre el personal municipal con algunos progenitores, al momento -especialmente- del retiro de los niños. Cada uno tiene sus razones y argumentos. El maltrato -recíproco- debería ser impedido por alguna solución, dentro de los márgenes de la ley, la de tránsito y la de los modales de la gente de bien. A modo de propuesta: en las zonas adyacentes a las escuelas debería abonarse un canon -a la Municipalidad- para mantenerlas apartadas del estacionamiento general. Los establecimientos escolares deberían pagar el canon. Se utilizarían -a modo de ejemplo- por cinco vehículos de aquellos que diariamente dejan y retiran niños todos los días. Los alumnos no salen todos al mismo tiempo. Generalmente lo hacen los primeros grados, de manera que los padres podrían calcular el momento en que necesitan estacionar en la zona establecida, no haciéndolo en doble fila. De esa manera, organizados, podrían estacionar escasos minutos, permitir el ascenso de sus niños y entonces partir raudamente para que otros automovilistas hagan lo mismo. Si llegaran antes podrían dar una vuelta en las cercanías hasta que se produzca su tiempo para recoger a sus niños.

Alfonso Arsenio Zottoli

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