La serie de los Lakers que maravilla a fanáticos y enfurece a ex jugadores

La serie de los Lakers que maravilla a fanáticos y enfurece a ex jugadores

“Winning time” es una serie de HBO tan exitosa como polémica.

La serie de los Lakers que maravilla a fanáticos y enfurece a ex jugadores

Últimamente hay ciertos problemas con todo el contenido audiovisual que sea “basado en hechos reales”. Principalmente porque algunos no creen que sea real. Incluso están los protagonistas reales aclarando que lo que se ve no es real. Quizás por eso ahora la forma en la que nos lo presentan sea con otro término: “inspirado en hechos reales”. ¿Puede alejarse así un producto un poco más de la realidad? ¿Es justo hacerlo en el nombre del show y el espectáculo?

Pocas cosas más reales que el éxito de Los Angeles Lakers en los años ‘80. Aquella década vio el resurgimiento total de un equipo que se convertiría en uno de los más ganadores en la historia del deporte. Pocas cosas más compenetradas con el show que la forma de jugar (y vivir) de esos Lakers que marcarían a fuego a una generación. No por nada, la filosofía del equipo era “Showtime”, un concepto marca registrada que ahora se aplica a cualquier demostración de básquet “champagne”.

¿Mucho preámbulo? Perdón, no se me ocurre otra manera que no sea esta para graficar lo que está pasando con Winning Time (Tiempo de ganar), la serie de HBO Max que continúa estrenando capítulos y que, por un lado tiene maravillados a los fanáticos de la NBA y, por otro, muy enojados a algunos de sus ex jugadores.

La trama de la serie comprende la gestación de esos Lakers de los ‘80. Incluso desde años antes, en 1979, cuando el excéntrico empresario y químico Jerry Buss (interpretado espectacularmente por John C. Riley) se dispone a comprar el club. Ahora, si piensa que el básquet es lo único que verá en la serie que estrena capítulos los domingos, está muy equivocado. No solo porque su principal creador Adam McKay pone la cámara fuera de la cancha, sino porque los mismos Lakers del Showtime no solo se trataban de basquet. Ellos obligaron a mirar a todas las partes de un estadio.

La llegada de Buss no solo revolucionó al deporte sino a la liga entera como concepto. Estando en Los Angeles, le inyectó al equipo (y el equipo a la NBA) una dosis fuerte de entretenimiento y luces hollywoodenses.

“Para Buss, Showtime era a la vez una filosofía de basquetbol y un enfoque para llenar el estadio. Showtime era las Laker Girls en minifalda. Showtime era Jack Nicholson sentado junto a Dyan Cannon al lado de la cancha. Showtime era música fuerte, pechos grandes, adoración gritona, aficionados vestidos con sus mejores atuendos”, (escribe y resume perfectamente) Santiago Cembrano, en una de las miles de críticas (positivas o negativas que recibió la serie).

Obviamente jugadores y técnicos como Magic Johnson (Quincy Isiah), Kareem Abdul Jabbar (Solomon Hughes), Jerry West (Jason Clarke), Pat Riley (Adrien Brody) están presentes y representados. Justamente sus interpretaciones son las que más cola han traído. Provocando reacciones de los protagonistas reales y hasta promesas de demandas. “La producción exagera los hechos para denigrar la figura de Jerry West a pesar de sus logros como ejecutivo", puede leerse en el comunicado que el equipo de abogados de West (campeón en los ‘60 con el equipo y el entrenador cuando Buss se hace cargo) sacó a la luz. Abdul-Jabbar también consideró que la representación no fue fiel y además, pecó de aburrida: “Comenzaré con la caracterización suave. Los personajes son representaciones toscas de figuras de palo que se asemejan a personas reales, de la misma manera que Lego Han Solo se parece a Harrison Ford. Cada personaje se reduce a un solo rasgo audaz, como si los escritores temieran que algo más complejo pusiera a prueba la comprensión de los espectadores”, disparó el multicampeón pivot.

Hay que decirlo: la serie no es un invento en sí mismo. Se basa en el libro del periodista deportivo Jeff Pearlman “Showtime”, que versa sobre toda esa época. Obviamente, tiene agregados que, según los protagonistas, son falsos. La defensa de la plataforma de streaming fue por ese lado. "HBO tiene una historia prolongada como productora de contenido basado en hechos reales convertido en ficción a efectos dramáticos", explica la compañía. "Winning Time no es un documental y no se ha presentado como tal. A pesar de ello, la serie y sus personajes están basados en una extensa y factual documentación a través de fuentes fiables. HBO está al lado de sus talentosos creadores y actores que han llevado a las pantallas este capítulo épico de la historia del baloncesto", agregó la cadena.

El mismísimo Magic Johnson dijo que no vería la serie. Quincy Isaiah, el actor que lo interpreta, fue entrevistado por TMZ Sports y comentó que en ningún momento se pretende ofender a alguno de los exjugadores y principalmente a “Magic”. “Es difícil. Pero realmente siento que hicimos un muy buen trabajo al mostrar a los humanos como son y mostrar una versión completa de como percibimos que son esas personas que admiramos", dijo Isiah.

Está fresco el caso de Arantxa Sánchez, que se quejó de su interpretación en King Richard, la película de las hermanas Williams que le valió un Oscar a Will Smith. Con los protagonistas de la última frase ya queda claro que el show y el entretenimiento siempre será algo importante. ¿Más que la verdad? Nunca, pero está claro que tiene un lugar importante y en su nombre pueden hacerse muchas cosas.

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