Bush no quiere esperar como en 2000 y Kerry respetó sus cábalas

Bush no quiere esperar como en 2000 y Kerry respetó sus cábalas

El candidato demócrata votó en Boston, mientras que el actual presidente lo hizo en Texas.

REPUBLICANO. Bush votó temprano y luego se fue a la Casa Blanca. REPUBLICANO. Bush votó temprano y luego se fue a la Casa Blanca.
03 Noviembre 2004
BOSTON.- Tras emitir su voto, el candidato demócrata John Kerry almorzó en uno de los restaurantes favoritos del asesinado presidente de Estados Unidos, John Kennedy. Kerry, quien desde hace varios días no abandona sus cábalas, parece creer firmemente en los pequeños signos del destino. En ese lugar, la Union Oyster House, fundada en 1826, Kennedy esperó en 1960 los resultados de su propia elección.
Luego de depositar el sufragio, Kerry, actualmente senador por Massachusetts (noreste) abrazó a su mujer, Teresa Heinz, y a sus dos hijas, Vanessa y Alexandra, y saludó satisfecho a sus simpatizantes.
La visita al restaurante no fue la única cábala. Desde hace días Kerry no abandona su chaqueta color mostaza, que compró durante la victoriosa campaña de las primarias de su partido a principios de año, y sigue fiel a la misma corbata roja que usó durante los debates televisados con George W. Bush, en los que también resultó vencedor, según los sondeos.
El reciente triunfo histórico del equipo de beisbol de Boston, los Red Sox, también le dio motivos para creer en su suerte. Desde entonces, le impuso a uno de los redactores de sus discursos, fanático del equipo rival, los Yankees, el uso de una gorra de los Sox.
El senador conserva la cadena con su identificación que usó durante su servicio militar en Vietnam. Lleva un amuleto que le regaló un anciano de la tribu Navajo durante una visita a Nuevo México (suroeste) y una castaña del árbol símbolo de Ohio, ofrecida como amuleto por un seguidor a principios de año.

En un cuartel de bomberos
Bush, por su parte, fue a votar temprano cerca de su rancho, en un cuartel de bomberos que hizo las veces de local electoral, en Crawford, Estado de Texas. Luego hizo una parada electoral en Ohio, antes de irse a la Casa Blanca para esperar los primeros resultados. "Estoy muy tranquilo", había dicho tras depositar su voto, aunque nadie se lo creyó.
Si Bush recibiese dinero por los kilómetros recorridos en su campaña electoral, sólo con los del lunes se habría hecho ya rico: ese día por la tarde pasó por seis Estados, y sólo tras 19 horas se sentó finalmente.
"Mi esperanza, por supuesto, es que esta elección culmine esta noche", dijo Bush, quien en 2000 tuvo que esperar 36 días antes de saber si había conseguido los votos suficientes en el Colegio Electoral para ganar los comicios frente al demócrata Al Gore, quien había recibido más sufragios a nivel popular pero perdió en el Estado de Florida. (AFP-NA-DPA)

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