Claves para ayudar a tu mascota a envejecer saludablemente

Claves para ayudar a tu mascota a envejecer saludablemente

Como con los humanos, el camino a la senectud sana de perros y gatos se construye desde temprano. La alimentación, la higiene y la castración son medidas preventivas fundamentales. Derecho a una muerte digna

MASCOTAS. Chequeo en el veterinario. Imagen ilustrativa MASCOTAS. Chequeo en el veterinario. Imagen ilustrativa

El tiempo pasa y “nos vamos volviendo viejos”. Nos ocurre a nosotros; les ocurre a nuestras mascotas también. Así como sabemos (aunque vivamos como si no) que la muerte es inexorable, también sabemos que el camino de la vida puede ser un proceso de envejecimiento saludable; para nosotros y para ellos. Así, que un perro o un gato sean ancianos no tiene por qué ir ligado a sufrimiento, dolor o mala calidad de vida.

Ahora bien: ¿a qué edad se considera que empiezan a envejecer? En todas las especies el proceso es individual y cada animal manifestará signos de envejecimiento en diferentes momentos... Pero en general se considera que los gatos son “mayores” a partir de los siete años.

Jaume Fatjó, veterinario y director de la Cátedra Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que no todos los perros alcanzan la senectud a la misma edad. “Los de mayor tamaño suelen hacerlo antes, y los pequeños, a una edad más tardía. Pero en general, la entrada a la etapa senior se sitúa alrededor de los ocho años”.

Que lleguen a ese momento saludables y permanezcan así todo lo posible hasta el momento de morir se sostiene sobre la misma columna que nuestra vejez saludable: la prevención. Y la primera herramienta aparece muy temprano: la castración. Se recomienda la de las hembras a los nueve meses, y la de los machos desde los 14 meses.

Por qué esterilizar

“La castración temprana es fundamental para evitar todo lo relacionado con tumores en general. En las hembras es muy importante que se haga antes del primer celo. No deben de haber tenido cría previamente”, destaca la veterinaria Patricia El Kadi. “Es importante destacarlo e insistir, porque la gente lo pregunta una y otra vez; no termina de entenderlo”, agrega y explica: “la castración previene, por ejemplo, todos los tumores hormonodependientes. Son clásicos los de mama, que hacen metástasis en pulmón y en cerebro, y son una causa importantísima de muerte de nuestras mascotas hembras”.

En los machos previene el cáncer testicular, quistes y tumores prostáticos y anales. “Además, la castración ayuda a lograr la estabilidad emocional de las mascotas, (controlando la agresividad o la ansiedad, por ejemplo). Y también a prevenir un problema comunitario: la sobrepoblación de animales callejeros”, destaca Noelia Tacacho, dueña de una pensión canina y desde muy chica rescatista de animales abandonados.

Chequeos, vacunas y más

“Es importante aumentar la frecuencia de los chequeos médicos de rutina a media que avanzan en las etapas de la vida”, recomienda Fatjó y El Kadi especifica: “cuando nuestra mascota tiene entre uino y siete años, un chequeo general por año es suficiente para detectar a tiempo algún problema; entre los siete y los 14 (ya son bien gerontes) años, dos veces por años; y si tienen más de 14 años, cada tres meses”.

CUIDADO CON LAS UÑAS. Incluso si tu gato tiene un dispositivo raspador en casa, es necesario cortrárselas. CUIDADO CON LAS UÑAS. Incluso si tu gato tiene un dispositivo raspador en casa, es necesario cortrárselas.

“La probabilidad de aparición de muchas enfermedades aumenta con la edad, por ejemplo, alteraciones endocrinas o del aparato locomotor, o determinados tumores. Por ello es especialmente importante la detección precoz, que resulta de los exámenes de rutina”, completa Fatjó.

Otra gran “pata” de la prevención, siempre, son las vacunas. “Pero cuando son ancianos son fundamentales, porque su sistema inmune se deprime -explica El Kadi-; pasan a ser como cachorros de nuevo, les falta memoria de la inmunología. Por eso es muy importante vacunar perros y gatos una vez al año”.

“También es importante desparasitar a las mascotas regularmente; y no abusar de los baños: el pelaje es una elemento natural de protección”, explica Tacacho, y recomienda no más de una vez al mes. Incluso dos veces al año sería suficiente en algunos casos -agrega-, porque el exceso hace que la piel, cuyo pH es más alto que el nuestro, se vuelva vulnerable a problemas dérmicos, y provoca irritación, picazón y descamaciones por el efecto de jabones y champús.

Resalta además algo importante en los gatos: que se les corten las uñas. “Incluso si tiene un ‘rascador’ en la casa, el desgaste nunca es como en la naturaleza”, explica.

Otras medidas

“Los problemas que más frecuentemente llevan a la muerte a nuestras mascotas son, en primer lugar, las fallas renales, que son una enfermedad característica de ciertas razas de perros, como el caniche y el schnauzer, porque necesitan todos los años una limpieza de dientes”, señala El Kadi.

Otro problema muy común, a partir de los siete años, son las fallas cardíacas. “Y si los dueños les hicieran a sus mascotas un chequeo, se podrían detectar enfermedades cardíacas a tiempo y medicarlas a tiempo”, señala Tacacho.

“Es muy frecuente que me lleguen pacientes derivados de otras clínicas con problema cardíaco severo, debido a que el dueño no supo interpretar los síntomas (tos, ahogo, agitación) -cuenta El Kadi-. El dueño piensa que su mascota simplemente está envejeciendo, y por eso ya no es tan activo; pero puede tratarse de un problema cardíaco que se descompensa hasta llegar a la falla grave, que, en el mejor de los casos, quita años de vida... o directamente causa la muerte”.

Salud y alimentación

“Los alimentos para la etapa senior suelen tener contenido energético más moderado y estar suplementados con nutrientes que, por ejemplo, ayudan a mantener sanas las articulaciones y a favorecer un mejor envejecimiento cerebral”, informa Fatjó.

Y El Kadi destaca que, aunque no es tan frecuente, la diabetes lleva a una vejez rápida y no saludable: “es fácilmente prevenible si se alimenta las mascotas siempre con alimento balanceado de buena calidad, y jamás se les dan cosas dulces ni harina”.

Enfrentar el final

Así y todo (por allí empezamos, ¿recuerdan?) nuestras mascotas van a morir. Y se puede ayudar a morir con serenidad.

“Pero eso cuando realmente llegue el momento; no cuando no tengamos más ganas de hacernos cargo”, resalta El Kadi y cuenta: “en nuestra clínica diaria con frecuencia vienen los tutores con su mascota y nos dicen ‘está muy viejo, hay que sacrificarlo’ y las cosas no son así: la sola vejez no es una razón para la eutanasia”. “Esa decisión no se toma a la ligera -agrega-; debe ser consensuada con el veterinario, y hay un conjunto de parámetros para establecer si lo que cabe (porque a veces, es un acto de amor) es una eutanasia”.

Y enumera:

• no hay tratamiento posible

• se rehúsa a comer

• ya no mueve la cola

• se orina y se defeca encima, y es consciente de que está pasando por un proceso de humillación

• no es posible brindarle calidad de vida

“Cuando esto ocurre, y la mascota enfrenta un enfermedad terminal, entonces sí debemos darle una muerte digna, y entenderlo como el acto de amor más grande -asegura-. La vamos a extrañar, vamos a pensar en ella, sería lindo estar con ella, pero elegimos dejarla partir”.

“Es más importante que esté bien antes que nuestra necesidad como tutores”, añade, plenamente convencida. “Y el hecho de que la decisión haya sido tomada en acuerdo con el veterinario, ayuda a que el tutor no se sienta responsable de la decisión; fue asesorado y acompañado”, indica y asevera: “eso libera de un sentimiento muy frecuente: la culpa”.

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