Cinco claves para cuidar el bolsillo

Cinco claves para cuidar el bolsillo

Inflación, tarifas, dólar, confianza... Las perspectivas para un año que viene movido.

El dólar. El dólar.

El año nuevo arrancará con el mismo interrogante que caracterizó a 2021: ¿hacia dónde va la economía argentina? Será un condicionante para un Gobierno (nacional y provincial) que necesitará más gestión para llegar a 2023 con cierto oxígeno para hacer campaña. Indudablemente, la economía subordinará a la política.

La gestión del presidente Alberto Fernández culmina su segundo año de mandato sin el acuerdo ni los consensos necesarios para poner en marcha un Plan Económico Plurianual y un Presupuesto que, a primera vista, era de cumplimiento imposible tomando como parámetros aquellas cifras que el Ministerio de Economía de la Nación trazó el 15 de septiembre pasado, cuando lo elevó al Congreso.

1- El desafío de bajar la inflación con el menor costo social posible.

La inflación seguirá siendo el estigma argentino. El proyecto que defendió el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, señalaba que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraría en 2022 una variación del 33%, cerca de 20 puntos menos de lo que ha cerrado el año viejo. Una reducción de esta naturaleza sólo se observó en tiempos de la Convertibilidad. Las consultoras privadas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central dieron cuenta de que la inflación no cederá y que puede ubicarse en torno al 52%.

2- Menos gasto público y un paulatino freno a la emisión monetaria.

El gasto público no cede, como tampoco la emisión monetaria. Las erogaciones del Estado, a valores corrientes, han aumentado un 140% en los últimos dos años. En la medida en que el Gobierno vea el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como un “mal menor”, y no como una oportunidad para revisar las políticas públicas que han llevado a la Argentina a una década de estanflación, se corre el riesgo de una implementación a “mitad de camino” de las metas que eventualmente se comprometan, con revisiones recurrentes que impedirían dar un vuelco en las expectativas y un horizonte económico que no termine de despejarse. Así lo advierte un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea.

Utilizar la emisión a favor del Tesoro, tal lo ocurrido en los últimos dos años, no ha sido un sustituto del endeudamiento: simplemente, los pasivos se han acumulado en cabeza del Banco Central, que ha tenido que esterilizar una parte de la emisión monetaria a través de Leliq y pases. La entidad monetaria se ha quedado sin reservas líquidas frente a tantos compromisos que debe cumplir la Casa Rosada durante 2022.

El riesgo de la aceleración inflacionaria ha dejado de ser una cuestión de mediano plazo. Con el déficit primario previsto por el presupuesto para 2022, podría ser necesaria una expansión de la base monetaria del orden del 62% para el año entrante, definiendo un piso elevado para la inflación.

3- El impacto de la actualización de las tarifas en la sociedad argentina.

Hay más en el contexto de la necesidad de corregir precios relativos, dado el rezago experimentado por tipo de cambio y, sobre todo, por tarifas. Aquí surgen otras dos cuestiones: la realidad llevará al Gobierno a actualizar esas tarifas, pero con un elevado costo socioeconómico, por lo impopular que significa esa medida. Por lo tanto, es probable que ese reajuste se realice antes de iniciarse marzo, con una progresividad de los aumentos que les permita a las empresas reconstituir el valor de los servicios y sostener las inversiones mínimas para garantizar las prestaciones.  

4- El dólar y el adiós al ancla cambiaria para frenar los precios.

Las presiones sobre el dólar continuarán en la medida que el Banco Central no encuentre la manera de consolidar sus reservas en una Argentina colmada de cepos que impiden el ahorro en la divisa estadounidense. Pese a las microdevaluaciones, el dólar oficial sigue corriendo muy por detrás de los precios, por lo que la estrategia actual sólo reduce la velocidad del deterioro de la competitividad cambiaria, pero no lo interrumpe. Pero, además, aunque se detenga la apreciación en 2022, en el electoral 2023 podrían volver a surgir presiones e incentivos para volver a utilizar al dólar oficial como ancla nominal, indica un reporte de la consultora Ecolatina. La brecha del orden del 100% sigue siendo uno de los principales problemas a resolver en materia cambiaria: refleja la incertidumbre a corto y mediano plazo, potenciando las expectativas de devaluación y la consecuente demanda de divisas para cobertura. Los agrodólares no tendrán la fuerza de 2021, porque esos ingresos por ventas externas de la producción argentina pueden entrar en una meseta. El comportamiento de los precios agroindustriales es el principal argumento por el cual el Gobierno nacional intenta desestimar las expectativas de devaluación en el mercado. Sin embargo, una situación de cierto equilibrio para el tipo de cambio real no depende sólo de los términos de intercambio. Es extremadamente relevante que los precios de los bienes y servicios no comercializables internacionalmente guarden relación con la evolución del tipo de cambio oficial, y esto no ha ocurrido en los últimos dos años en la Argentina, señala el Ieral.

5- El factor confianza y la recuperación de la credibilidad.

Tal vez la apuesta más fuerte que puede hacer el Gobierno para este 2022 que se avecina es recuperar el terreno perdido en los últimos años, en base a un plan económico creíble que restituya la confianza en el mercado internacional. En este sentido, restaurar la credibilidad con un amplio consenso político respecto del rumbo económico de los próximos dos años y alcanzar un acuerdo con el FMI que aleje la probabilidad de entrar en una situación irregular de deuda son insumos necesarios para apuntalar la confianza, despejar la incertidumbre y descomprimir tanto el frente financiero como la demanda de divisas para cobertura, que en última instancia son los factores que empujan la brecha cambiaria, puntualiza Ecolatina. Estos elementos son además insumos necesarios que la actual trayectoria cambiaria del Banco Central intenta administrar pueda ser llevada a cabo sin sobresaltos.

Temas Anuario 2021
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