Antología 2021, parte III
26 Diciembre 2021

“Solo soy un contador de historias”

Wilbur Smith

Viví en medio de Africa del Sur, creciendo bajo la influencia de un padre imponente, severo pero justo y de una madre comprensiva. Como él, me vi llevado a cazar animales peligrosos como los leones, para defender mi ganado o, tal vez, mi vida. Al igual que Sean Courtney, sufrí de enfermedades como la malaria. Cuando tuve diez años, debido a ella, el médico le dijo a mi madre que yo me moriría en pocos días. Si tenía suerte y si sobrevivía, quedaría mal de la cabeza. Bueno, sobreviví. Y quizás algo de esa locura, debido a la malaria, me haya llevado a querer ser escritor… Creo que (mis libros) no me sobrevivirán mucho tiempo. Están sólo escritos para entretener, no para formar parte de la Gran Literatura. Pero eso me tiene sin cuidado. Yo solo soy un contador de historias.

* Entrevista de Hernán Lanvers publicada el 21 de noviembre.

Dos almas

Jorge Fernández Díaz

“Necesitamos un país normal, con una democracia en verdad representativa, con división de poderes de verdad, con acuerdos entre partidos políticos que se alternen, porque el que asume siempre destruye lo que hizo el anterior. Eso es difícil de hacer con el kirchnerismo, porque quiere un solo partido, una autocracia. Creo que hay un montón de gente que quiere un país normal, un país moderno con sociedades democráticas plenas. Desde hace mucho existen dos almas en Argentina. Una que cree en el Estado más que en el mercado y otra más cosmopolita, que quiera exportar, integrarse al mundo. Hay que ponerse de acuerdo porque no puede ser que una Argentina prevalezca sobre la otra. Me encantaría que todos fuésemos cosmopolitas, pero entiendo que hay gente que no cree en eso. Ahora, cuando hay una facción que encarna a un alma y no reconoce a la otra sino que la trata de antipatria y la quiere someter… es el proyecto que está en marcha en el poder actualmente.”

* Entrevista de Alejandro Duchini publicada el 13 de junio.

El llamado

Abel Posse

“En todas las artes, el ‘llamado’ proviene de nuestra infancia y adolescencia. Algunos se zambullen, otros huyen. Elegir ese camino es problemático. Hay que tener coraje y aguantar lo que Rilke llamaba tiempo de sequía. Desde el trabajo se enciende tal vez la mítica inspiración. Entre los errores aparece repentinamente la frase que sostiene o el color que lleve al joven artista a creer que ya tiene el camino. Allí empiezan los precipicios y angustias. En la soledad es mejor encontrar algún cómplice. Hay que armarse el rincón seguro, y no rechazar abandonar la aldea y lanzarse al vagamundo. En el interior de cada uno se eterniza una tía sensata que debe ser eliminada. Es cuando aparece el demonio tentador: alguna frase que uno rescribe salvándola de los bollos tirados al cesto. Estas son las arenillas que hacen persistir al buscador de oro.”

* Entrevista de Fernando Sánchez Sorondo publicada el 14 de noviembre.

Sufrimiento y escritura

Tamara Kamenszain

“El sufrimiento no es un sentimiento productivo, uno lo vivencia a veces porque no le queda otra, porque es humano, desde ya, pero no creo que se pueda escribir desde ahí. Las ausencias vivenciadas como melancolía para mí no producen poesía. Creo que los momentos de productividad, hasta en el caso de los poetas más supuestamente melancólicos, como Gerard de Nerval, como Alejandra, los que incluso llegaron a suicidarse, escribieron en  momentos, llamémoslos celebratorios, donde pudieron zafar un rato de ese sufrimiento. Tomo a Deleuze cuando dice que no se escribe con la enfermedad sino con la salud, y digo que no se escribe con el sufrimiento sino con la celebración, sería lo mismo. Para Deleuze el escritor es médico de sí mismo.”

* Entrevista de Denise León publicada el 8 de agosto.

El arco y la vida

Eduardo Sacheri

“Tengo 53 años. Atajé hasta los 23. Para la misma época terminé la facultad, me casé y me puse a escribir. Ahí dejé de atajar. Creo que fueron cambios muy importantes. Lo que tiendo a pensar en relación a eso es que no fui al arco porque me gustaba sino porque lo hacía mejor. Que es un poco lo que le pasa a Federico, en el sentido de que muchas veces uno en la vida trata de encajar, trata de establecer vínculos con los demás, y eso implica que los demás te necesiten. Me daba cuenta de que como jugador de campo era uno más pero como arquero me defendía. Eso me convirtió en arquero. Superada la adolescencia y en un momento personal más amable sentí que ya no era necesario seguir atajando. Siempre respeté ese puesto. No soy de los futboleros que desprecian al arquero. Para mí es un puesto especial. Por ese puesto encajé en un grupo de amigos.”

* Entrevista de Alejandro Duchini publicada el 11 de julio.

“Cuando desaparezca yo, desaparece todo”

Fabián Casas

“Si mañana no tengo dónde vivir me iré a vivir adentro del auto. Nunca me preocupó hacer dinero. Cuando viajé a Europa fue porque me invitó Viggo Mortensen (actor e hincha de San Lorenzo, como Casas) o porque me invitaron. La ropa que tengo me la regalan mis amigos. Disfruto de los amigos que tengo, que son personas que me ayudan mucho. Me gusta charlar con ellos sobre algún disco. Algunos me invitan a sus casas. La verdad es que no tengo nada. Cuando desaparezca yo, desaparece todo.”

* Entrevista de Alejandro Duchini publicada el 2 de mayo.

Imaginemos que Mitre nos indaga

José Claudio Escribano

Una de las últimas plegarias cívicas fue la de Alfonsín, en su apelación reiterada al preámbulo de la Constitución Nacional en la campaña de 1983. En este orden de oraciones, confiaré en la licencia de quienes interpretaron que si los muertos (exceptuados, claro está, los mártires o santos) pudieran ver qué pasa con los vivos, no tendrían en su bienaventuranza paz ni descanso.

Que la memoria de Mitre, pues, fortaleza entre los argentinos vacilantes la templanza en defensa de la juridicidad en que se fundó nuestra añorada grandeza. Que la lección solidaria que los porteños celebraron por su denuedo en Buenos Aires durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871, en contraste con gobernantes que habían abandonado la ciudad, prodigue en la política nacional nuevos émulos en estas circunstancias de angustia y desconcierto. Recuérdese que la mayor popularidad de Mitre como caudillo político devino de aquellos días.

Basta de sornas, conciudadanos, batiría palmas el estadista bajo el chambergo ladeado. Basta de sornas por las redes como consuelo magro que compense tanto estupor por el acoplamiento fatal entre dislates de improvisación ligera y la pasmosa insolvencia moral de quienes rebajan a poco o nada el valor de la palabra argentina en el mundo. Piensen con calma, ciudadanos, invitaría Mitre; pero piensen con seriedad cómo han de revertir este estado de cosas.

© La Nación

* Fragmento del artículo publicado el 4 de julio.

“Es un espacio muy solitario el del librepensador”

Pilar Rahola

“El problema del conflicto palestino-israelí o israelí-palestino o israelí-árabe porque hay tantos problemas en ese conflicto que no se puede simplificar. El primer problema que tiene desde mi punto de vista es que no es tratado como un conflicto normal, lo que a la hora de informar ya parte de un maniqueísmo absolutamente consolidado: hay unos buenos y hay unos malos. Los malos son todos malos y los buenos son todos buenos. Ese es el primer criterio que quiebra los criterios deontológicos del periodismo. Cuando el periodista se pone a hablar del conflicto ya consideran que los israelíes serán muy malos y los palestinos muy buenos. A partir de esa criminalización de Israel no tenemos un conflicto, lo que tenemos es propaganda, y España no se salva de esa propaganda. La prensa española es furibundamente anti-israelí, y lo que tenemos es una posición en el conflicto mucho más heterodoxa, recibimos bofetones por los dos lados.”

* Entrevista de Flavio Mogetta publicada el 22 de agosto. 

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