Por Santiago Re
07 Diciembre 2021
“CHINO MAJESTIC”. Con ese seudónimo se conocía a Lisandro Bravo.
La audiencia, que estaba prevista para ayer, se realizará hoy debido a cuestiones de agenda. El enfermero de 46 años, César Andrés Quiroga, será formalmente imputado por el crimen de Lisandro Bravo, de 20 años, el joven cantante de hip hop que era conocido en el ambiente musical como “Chino Majestic” y cuyos temas quedaron inmortalizados en Youtube.
Hasta el momento todas las dudas sobre el móvil del crimen siguen vigentes y se mantiene la teoría de que el crimen se habría cometido porque lo confundieron con otra persona. Conocer la versión el acusado será clave para comenzar a comprender el entramado del caso.
El domingo a la madrugada Bravo acudió a una fiesta en San Cayetano donde cantó para los invitados en una vivienda de Eugenio Méndez al 300. En determinado momento, el joven y su amigo Nahuel Brito (19 años) salieron a comprar cigarrillos a un quiosco cercano que atiende 24 horas.
Los investigadores constataron que el dúo concretó la compra y que emprendían el camino de regreso cuando dos jóvenes a bordo de una motocicleta les cortaron el paso. Un testigo le indicó a LA GACETA que Bravo y Brito, creyendo que iban a asaltarlos, salieron corriendo y fue entonces cuando un hombre le disparó al cantante, hiriéndolo por la espalda.
Desesperados, los amigos de Bravo intentaron auxiliarlo pero no pudieron estabilizarlo. Uno de los jóvenes corrió a la seccional 4ª para pedir ayuda y denunciar el hecho. El oficial de guardia dio aviso al Servicio de Emergencias 107 pero para cuando la ambulancia llegó a la esquina de Eugenio Méndez y Fleming la víctima ya había fallecido por la gravedad de las lesiones.
Además de la versión del asalto, hay una segunda hipótesis que plantearon algunos vecinos indicando que el tirador podría haber mantenido una enemistad con Brito, y que por accidente su disparo pegó en su compañero.
La investigación del caso quedó en manos de la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos, que hoy presentaría la acusación de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. No se descarta que pueda agregarse otro agravante.
En el lugar de los hechos, además del Equipo Científico de Investigación Fiscal (ECIF) que recogió muestras de la escena para la realización de pericias, intervinieron los comisarios Diego Bernachi, Juana Estequiño y Jorge Dib de la división Homicidios que comenzaron a indagar a los testigos y así llegaron hasta Quiroga, que estaba en su domicilio, no se resistió al arresto y entregó una pistola calibre 9 milímetros.
Ahondando en la investigación, los pesquisas descubrieron que el acusado es enfermero y que se desempeña en el área de farmacia del CAPS de San Cayetano.
Los testimonios recolectado por nuestro diario en ese barrio fueron contradictorios. Algunos vecinos aseguraron que Quiroga solía “hacerse el loquito” con las armas, mientras que otros sostienen que el hombre reaccionó porque estaba harto de que le robaran.
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