Cartas de lectores II: el pase sanitario

Cartas de lectores II: el pase sanitario

07 Diciembre 2021

Ante los innumerables cuestionamientos al Artículo 1 del DNU del Boletín Oficial por el cual se establece que las personas mayores de 13 años deben presentar el certificado completo de vacunación contra la Covid 19, con fecha de al menos 14 días antes, de asistir a las actividades que impliquen algún tipo de riesgo epidemiológico, decidí escribir estas líneas, que espero ayuden a reflexionar. Considero que es una medida con un alto grado de complejidad porque nos coloca, según algunas miradas, en la disyuntiva entre defender la libertad individual o bien promover y defender la salud de la población. Es indudable que una sociedad democrática se funda en la libertad, pero no puede haber libertad sin responsabilidad. Es decir, que cada acción que elijo realizar exige que me haga cargo de esa decisión. No hay acciones gratuitas. El pase sanitario no obliga a nadie a vacunarse. Tan sólo le dice al ciudadano que para asistir a determinados lugares, que impliquen contagio, debe tener ese pase porque de ese modo está cuidando la salud de todos. La disyuntiva, entonces, se da entre el individualismo que conduce al tribalismo o cumplir con una norma que previene la muerte, la enfermedad o sus terribles secuelas. También, debemos pensar que la solidaridad con el otro es uno de los cimientos de una convivencia democrática, que sería óptimo defender. Nuestro país tiene una larga tradición en la obligatoriedad de la vacunación para acceder a la escolaridad y a nadie se le ocurría que esa norma vaya en contra de la libertad, sino que sabíamos que era una manera de protegernos de la enfermedad. En efecto, esa medida eliminó gravísimas y mortales enfermedades. Negarse a la vacunación, valiéndose de argumentos supersticiosos y sin ningún fundamento científico, como sostener que la vacuna mata, que quienes se alimentan sano no se enferman, nos retrotrae a los tiempos en los cuales la ciencia no se había desarrollado aún. En el siglo XVIII, David Hume sostenía que la superstición era una enfermedad de la sociedad. Hoy hay pruebas científicas que dan cuenta que quienes están vacunados no terminan hospitalizados o muertos, en el caso de que se contagien. ¿Cuál es el argumento para rehusarse a la vacunación? Según mi opinión, se trata de noticias falsas que siembran confusión, que no miden las consecuencias de sus acciones. Los tucumanos somos libres de no vacunarnos, ahora bien, debemos hacernos cargo de nuestra elección y desistir de ir a las actividades que requieran presentar el certificado, al cual han decidido no acceder, al negarse a vacunarse. Nadie le pondrá la vacuna sin su consentimiento. La libertad tiene como su contracara la responsabilidad, es decir, hacerse cargo de lo que se elige hacer o no hacer. Sartre sostenía que estamos condenados a ser libres. Aquél que no elige, elige no elegir. Si elijo no vacunarme, elijo mi propio interés egoísta, en lugar de pensar en la salud de los otros que pueden enfermar o morir o de mí mismo. A tan solo un día de la aplicación del DNU, aumentó la cantidad de jóvenes, que fueron a vacunarse, de tal modo que la experiencia muestra que la medida fue correcta porque cumplió su efecto, que no es otro que la protección de la salud. Que los jóvenes se vacunen es fundamental, no importa cuál haya sido su motivación. El éxito de la medida es, precisamente, que haya mucha gente vacunada para evitar la propagación de la enfermedad. ¿Acaso, no debiera ser esa la finalidad que todos debiéramos anhelar?

Susana Maidana

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