Pata’i chancho incorpora los vientos brasileños que sopla Javier Zonda Seco

Pata’i chancho incorpora los vientos brasileños que sopla Javier Zonda Seco

La agrupación tucumana comparte el escenario del teatro San Martín con su exintegrante, clarinetista y saxofonista, y con nuevas músicas.

DESDE LAS RAÍCES MUSICALES. López, Fernández, Podazza y Seco han crecido tocando juntos.   DESDE LAS RAÍCES MUSICALES. López, Fernández, Podazza y Seco han crecido tocando juntos.

Llevan años tocando en la misma senda musical. Son tan tucumanos como su nombre, Pata’i chancho, y proponen un recorrido por composiciones originales de música folclórica argentina y brasileña, por ritmos de origen afrolatino combinados con elementos y bajo la impronta del jazz.

Ellos son Alan Fernández en teclados, Maxi Lamadrid en saxo, Rony López en bajo y Javier Podazza en batería. Bruno Solito participará como trombonista invitado. Y Javier Zonda Seco, que hasta hace tres años aportaba clarinete y saxofón a Pata’i chancho, hoy está de visita.

A las 21, el vientista residente en Brasil compartirá con la banda el escenario del teatro San Martín (av. Sarmiento 601) en el marco del programa El teatro para vos.

El espectáculo se realizará bajo el protocolo establecido por el COE, con la capacidad de la sala reducida.

Años de música

Pata’i chancho acredita trayectoria propia en la escena musical de la provincia desde 2004, a través de la experimentación sonora donde la raíz folclórica, el sonido del rock y la improvisación del jazz se conjugan en una propuesta innovadora y siempre dispuesta al intercambio con otros sonidos y proyectos musicales de diferentes géneros.

En 17 años de trayectoria realizaron innumerables presentaciones en Tucumán y en el NOA; participaron en distintos encuentros y festivales de jazz y fusión de la región. Tienen tres álbumes publicados y el cuarto está en la etapa final de producción.

Ideas nuevas

Con el mote de Zonda, como el viento, el salteño Javier Seco se hizo conocido en el ambiente musical tucumano a partir de haber integrado la Banda Sinfónica de la Provincia, también en la Orquesta Juvenil de la UNT, así como diversos grupos de música popular.

“Me fui a Brasil a buscar ideas nuevas. Primero viví en San Pablo, donde integré varios grupos de música brasileña, en blocos (fanfarrias) formaciones de instrumentos de viento de metal y percusión que tocan en la calle, en todo el año, no sólo en carnaval”, comenta.

EL SAXOFÓN. Uno de los metales que acompaña a Seco.  EL SAXOFÓN. Uno de los metales que acompaña a Seco.

“Después vino la pandemia, se paró toro, y estuve en Paraty, en Rio de Janeiro dando clase. Este año formé un grupo con el que interpretamos mis composiciones de música latina, instrumental y fusión con improvisación, que mis compañeros brasileños los adaptan a sus ritmos”, agrega.

De visita

Seco vino a visitar a la familia, a los amigos y a reencontrarse con una de las bandas con las que tocó, Pata’i chancho.

“La idea es mostrar la música que hice en pandemia; es música latina y folclore en fusión con otrsos ritmos. Pata’i chancho también hace folclore fusionado con jazz, sobre todo en el concepto de improvisación. La música que nos proponemos tocar hoy es como un resumen de lo que he estado haciendo estos años”, resume.

Una lucha que gusta

El vientista cuenta que en Brasil le está yendo bien, y forma parte de varios proyectos.

“Es una lucha, como la de todo músico independiente, pero les gusta la música autoral que compongo. Estoy en ese proyecto y, por otro lado, sigo en los blocos Cornucopia Desvairada (el mes pasaso publicaron un disco), Nu vuco vuco y Vento atlântico”.

“También estoy estudiando a full en una escuela de choro, que si bien es una música instrumental y virtuosa, no es música de salas -explica-. Como el samba, se toca en ruedas y en bares. Uno va con el repertorio estudiado y entra a tocar, sin conocer a nadie, pero entra en un lenguaje musical, en una comunicación. En tanto en el samba el instrumento de viento es como de color porque la base es cantada. Yo agrego el color del saxo”.

“Tengo alumnos particulares; estos proyectos musicales propios que conté, y ahora también me estoy sumando a un grupo que hace carimbó, una música de Pará (nordeste) -agrega-. Después volveré a dar clase en un proyecto docente para la Prefeitura de San Pablo, similar a los proyectos populares en los que trabajé aquí”.

Intercambios

“Estoy recibiendo muchas influencias musicales porque Brasil tiene gran riqueza cultural que se traduce en ritmos, géneros y estilos. Eso me aporta muchas ideas nuevas para componer. Además de conocer gente nueva, distinta, y de haberme abierto a conocer no sólo musicos -asegura-. Ellos tienen muchas expresiones lindas en su idioma. Por ejemplo dicen: ‘nos encontremos a trocar ideias’. Eso me gusta porque me parece auténtico. No vienen a enseñarte sino que son intercambios respetuosos, de vida y de saberes”.

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