A pedalear por ciudades más sanas y amigables

A pedalear por ciudades más sanas y amigables

La Municipalidad de Yerba Buena ya delimita una ciclovía que unirá distintos puntos de la ciudad. El proyecto contempla un recorrido de 12 kilómetros.

21 Noviembre 2021

Uno de los modos más atractivos de conocer grandes ciudades es con la bicicleta. Por ejemplo, en Santiago de Chile existen numerosos emprendimientos que ofrecen ese servicio: el turista alquila uno de estos vehículos, se forman grupos que, orientados por guías, salen a recorrer la metrópoli. Se puede llegar hasta “La Chascona” (una de las casas del poeta Pablo Neruda), al Palacio de la Moneda (sede del  Gobierno), al bohemio barrio de Bellavista y hasta realizar una parada en el gigantesco mercado de La Vega, junto al río Mapocho, para recuperar fuerza con algunas sopaipillas. Los paseos se realizan a través de ciclovías y por calles comunes, es decir, sin espacio delimitado para las bicicletas. Sin embargo, es llamativo el respeto que demuestran los automovilistas por aquellos que circulan a fuerza de pedal.

Ejemplos como el de Santiago se repiten en innumerables ciudades alrededor del mundo, Londres, Amsterdam, Singapur.... Inclusive, durante los últimos años en Buenos Aires florecieron las ciclovías en distintos sectores (Recoleta, Belgrano, Palermo, Núñez, etc). Lo mismo ocurre en Córdoba, Mendoza y otras metrópolis argentinas. El contraste con Tucumán es alarmante.

Un novato ciclista, uno de los tantos que luego de la pandemia decidió invertir en una bicicleta, lo explicita: “quienes viven en el centro y pretenden ir a pedalear a la Perón (en Yerba Buena) deben armarse de valor: desde que uno sale de Barrio Norte hasta que llega a la rotonda de la Belgrano y Camino del Perú vive un estrés bárbaro. Necesita ir con ojos en la nuca para evitar que lo atropellen. Es una locura el tránsito. Nadie respeta a los ciclistas, los quieren pasar por arriba. No da ganas de salir”.

La bicicleta constituye uno de los medios de transporte mas eficientes del mundo: no sólo su uso puede ayudar a reducir la cantidad de autos que circulan por las calles, sino que también genera un efecto beneficioso en la salud de quien la utiliza, reduce la contaminación ambiental, sonora y colabora a reducir el calentamiento global. Son demasiadas ventajas. Lamentablemente y, tal como lo refleja el columnista Federico Türpe en su artículo del sábado, da la sensación de que muchos tucumanos aún no comprenden esto. Si bien la cantidad de personas que utiliza la bicicleta pasó del 5 al 8% tras la pandemia, un gran porcentaje aún prioriza el uso del auto o la moto para trasladarse.

Esta semana que pasó, la Municipalidad de Yerba Buena anunció que comenzó a delimitar una ciclovía que unirá distintos puntos de esa ciudad. Es un proyecto interesante que contempla un recorrido de 12 kilómetros. El espacio tendrá un ancho de 2,5 metros y será doble mano. Además, el intendente Mariano Campero anunció que a lo largo del circuito se instalarán cámaras de seguridad y se apostará personal de la Guardia Urbana para prevenir robos y educar a los automovilistas y motociclistas: la ciclovía es para los ciclistas y para nadie más.

A su vez, la Municipalidad de Tafí Viejo proyecta una ciclovía para unir el casco céntrico de esa ciudad con Lomas de Tafí (para ello, el intendente Javier Noguera firmó un convenio con el ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera. Cabe destacar que Tafí Viejo fue pionera en generar espacios exclusivos para ciclistas.

Si a eso le sumamos la bicisenda que en la Capital recorre la platabanda de la avenida América, y el proyecto de unir dependencias de la UNT, el panorama es alentador. Sería bueno que estos y otros proyectos se concreten. Y funcionarios y ciudadanos terminen de entender las ventajas que conlleva la saludable acción de pedalear.

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