Malnutrición: la mitad de los escolares tucumanos tiene sobrepeso u obesidad

Malnutrición: la mitad de los escolares tucumanos tiene sobrepeso u obesidad

Según una investigación del Conicet, la obesidad infantil es hoy más preocupante que la desnutrición.

LA MIRADA DE SI MISMOS. Además de evaluar el estado nutricional de los chicos, se estudió cómo ellos perciben su salud. ARCHIVO LA GACETA LA MIRADA DE SI MISMOS. Además de evaluar el estado nutricional de los chicos, se estudió cómo ellos perciben su salud. ARCHIVO LA GACETA
11 Noviembre 2021

La malnutrición afecta a uno de cada dos escolares tucumanos, con predominio del sobrepeso y de la obesidad. Así lo revelan estudios recientes del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), liderados por la investigadora Laura Cordero, licenciada en nutrición, especialista en salud social y comunitaria y doctora en ciencias sociales.

Además, en los niños y niñas con exceso de peso se evidencian alteraciones en su composición corporal; es decir, exceso de tejido adiposo, sobre todo en la zona abdominal. Desgraciadamente, estas características conllevan a la aparición temprana de enfermedades crónicas relacionadas con la malnutrición, como problemas cardiovasculares y diabetes.

"La obesidad trae aparejada una baja autonomía y una baja aceptación social. Además, a medida que los chicos aumentan de edad, estas percepciones empeoran. Son más conscientes de su situación". Laura Cordero, investigadora del Conicet.

Otro dato lamentable es que los chicos con exceso de peso tienen peor calidad de vida. "Se observa un deterioro en su bienestar físico y psicosocial", apunta Cordero, quien a través del Instituto Superior de Estudios Sociales -un departamento del Conicet- se encuentra abocada desde 2014 a explorar y describir las características de la distribución espacial de la malnutrición infantil en áreas urbanas y rurales de la provincia.

Con respecto al empeoramiento psicosocial, puntualmente, declara: "la obesidad trae aparejada una baja autonomía y una baja aceptación social. Además, a medida que los chicos aumentan de edad, estas percepciones empeoran. Son más conscientes de su situación".

UN PROBLEMA ESTRUCTURAL. La mitad de los niños tucumanos come mal. ARCHIVO LA GACETA UN PROBLEMA ESTRUCTURAL. La mitad de los niños tucumanos come mal. ARCHIVO LA GACETA

En cuanto a las áreas de estudio, Cordero ha efectuado muestreos en escuelas públicas de los departamentos de San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Río Chico y Simoca, en estudiantes de entre seis u ocho años y hasta las 12 años.

Desde su óptica como docente, Angela González -directora de una escuela de la comuna de Santa Ana que ha sido relevada- apunta tres causantes: una falta de organización alimentaria desde la familia, un desconocimiento de los nutrientes saludables y un consumo de productos chatarras. "Podría decirse que un importante porcentaje de nuestros estudiantes tiene sobrepeso, pero ello no se debe necesariamente a un exceso de comidas, sino a una mala alimentación y a la falta de actividad física", reflexiona.  

"Podría decirse que un importante porcentaje de nuestros estudiantes tiene sobrepeso, pero ello no se debe necesariamente a un exceso de comidas, sino a una mala alimentación". Angela González, docente y directora.

A la institución que dirige concurren unos 700 chicos entre los niveles inicial y primario. Hasta 2019, los niños desayunaban, almorzaban y merendaban allí. Pero debido a la pandemia, el servicio se vio interrumpido durante 2020 y parte de este año. Desde mayo, se entregan módulos alimentarios de modo mensual.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona a la inseguridad alimentaria como una consecuencia de la desigualdad, que viene creciendo a ritmo acelerado en América del Sur. Y aclara que la malnutrición se puede dar tanto por carencia de alimentación como por exceso; dos caras de un mismo problema que enfrentan, principalmente, los grupos sociales desfavorecidos.

En sintonía con la tendencia internacional, en Tucumán los números de malnutrición por carencia vienen bajando y los de malnutrición por exceso vienen subiendo. Cordero relata que en ciertos sectores aparece una coca cola en la mesa, en vez de frutas, verduras o proteínas. "Las dietas están recargadas de hidratos de carbono y de grasas". 

En este sentido, concluye que nuestro país se encuentra retrasado en materia de políticas nutricionales y que la Ley de Etiquetado Frontal de Advertencia (EFA), que exige la obligatoriedad de rotular, de forma clara y explícita, los alimentos y bebidas, informando acerca de componentes críticos, servirá, en cierto modo, para que la gente sea más consciente de su alimentación.

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