Atlético deberá trabajar mucho para tener un final feliz

Atlético deberá trabajar mucho para tener un final feliz

SIN RUMBO. Guiñazú no pudo encontrarle la vuelta al equipo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA SIN RUMBO. Guiñazú no pudo encontrarle la vuelta al equipo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA

Como si se tratara de un film de suspenso, de esos que inundaron los canales de televisión hace una semana por "La noche de brujas", Atlético vive su propia pesadilla de la cual le está costando más de la cuenta despertarse.

No encuentra el fútbol y la intensidad que quiere imponer en cancha, con el correr de los minutos, se va convirtiendo en violencia. Las piernas no responden a la idea del entrenador. Las dos semanas que tiene por delante serán clave para el futuro. El partido de ayer, a juzgar por el primer tiempo, podría haber sido un empate sin arcos. Pero el desgaste de la presión propuesta por Atlético en el primer periodo, costó caro en el segundo tiempo. “En el entretiempo lo primero que hice fue aplaudir a los jugadores y felicitarlos por el partido táctico que estaban haciendo”, señaló en conferencia de prensa Pablo Guiñazú, tras el 0-2 frente a Racing.

En parte el DT tiene razón, la disciplina fue la característica preponderante en el primer tiempo. Atlético planificó no dejar jugar a su rival, y le salió bien. Los tres puntas, Lisandro López, Javier Correa y Enzo Copetti, pasaron inadvertidos en ese tramo del partido. El “Decano” con dos volantes bien posicionados no dejó que Matías Rojas ganara protagonismo, pero claro, eso no es suficiente. Cuando la nafta de los volantes se agota, aparece la pierna fuerte, el equipo se carga de amarillas y los cambios terminan siendo por precaución y no por rendimientos. Así, el técnico condicionado, debe ir realizando las variantes para que su equipo no quede con 10.

Pero más allá de eso, en el fútbol moderno sólo la intensidad no basta para ganar los partidos. Atlético completó 90 minutos sin patear –de manera directa- al arco de Gabriel Arias, que se podría haber retirado del Monumental sin pasar por las duchas.

Ese partido casi perfecto ante Estudiantes, en el debut del “Cholo”, queda cada vez más lejano en el tiempo. El empate ante el pobrísimo Patronato y la derrota ante la “Academia” se parecen más a una continuidad del ciclo anterior que a los cambios de aires que supone, trae un cambio de cuerpo técnico.

La buena noticia para el plantel y –principalmente- para Guiñazú son las elecciones del próximo fin de semana, lo que significará poder trabajar con tranquilidad el estado físico de los jugadores, teniendo en cuenta la idea que pregona el DT. Una mini pretemporada sería lo ideal para encarar de la mejor manera posible la recta final del torneo, en la que Atlético deberá apuntar a sumar la mayor cantidad de puntos, ya no pensando en los torneos internacionales, sino en el colchón de puntos que necesita dejar de cara a la temporada 2022, donde volverán los descensos.

El clima enrarecido que se dio anoche al finalizar el partido, quedará lejos en el tiempo cuando casi a fin de mes, se vean las caras nuevamente los hinchas y los jugadores. En el medio, Guiñazú y sus colaboradores tendrán mucho trabajo por hacer, si lo que quieren es cambiar el final de esta película de suspenso que aún no tiene el final escrito.

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