Se provee agua en forma reducida en El Mollar

Se provee agua en forma reducida en El Mollar

Unos 1.500 usuarios resultan afectados.

LA TOMA DE MULA CORRAL. En vista del conflicto, la Justicia ordenó vigilancia permanente del lugar, pero el agente a cargo no estuvo ayer presente. LA TOMA DE MULA CORRAL. En vista del conflicto, la Justicia ordenó vigilancia permanente del lugar, pero el agente a cargo no estuvo ayer presente. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

Unos 1.500 usuarios del servicio de agua corriente del El Mollar padecen desde hace varios días la escasez. El drama involucra a unas 6.000 personas y obligó a las autoridades a aprovisionarlas en forma reducida y con cortes programados.

El comisionado rural, Jorge Cruz, acusó a la sequía temporal como el origen de la carencia, aunque al mismo tiempo dijo que la crisis se profundizó por la conexión clandestina que practicó la comunidad de originarios desde la toma de Mula Corral . Lo hizo -advirtió-, para asegurar el suministro a unos 250 usuarios de Loma 1 y 2, que pertenecen a su sistema de provisión.

“Con la cacica Margarita Mamaní a la cabeza ingresaron al predio de almacenamiento de las aguas e hicieron un empalme hasta una pileta chica de excedente, y desde ahí distribuyen el líquido hacia las viviendas de sus clientes”, explicó el funcionario. “Lo que brota y cae al suelo desde ese depósito no es excedente, como ellos afirman. Se trata del poco líquido que baja desde los piletones de más arriba y que se desborda por la escasa capacidad de acumulación que tiene el estanque”, aclaró.

“El agua no sobra aquí, que quede bien claro”, insistió Cruz. Mamaní fue denunciada por el funcionario ante la Justicia por delitos contra la propiedad. En los tribunales de Monteros se resolvió mantener bajo vigilancia la toma de agua y se prohibió el ingreso de cualquier persona. La conexión hecha por los comuneros no fue desarmada y permite mantener el abastecimiento de agua corriente en Loma I, 2, El Cuyay, Mirador del Ñuñorco y en la Escuela de la Berbena. Pero complica el abastecimiento a otros usuarios.

“Le pido al comisionado comunal que apele al diálogo y no al enfrentamiento absurdo que no conduce a nada. El agua es de todos y hay que buscar una solución. Hay agua, pero no está siendo bien aprovechada”, planteó Mamaní. Cruz dijo que desde que se inició su gestión intentó mantener una relación armónica con la comunidad de originarios, pero fracasó ante la actitud “avasalladora” de la cacica. “Primero usurpó unas tierras del Gobierno donde se iba a construir la terminal con una inversión de $ 150 millones. Por esto también está denunciada. Y ahora avanzó contra nuestra toma de agua de Mula Corral”, agregó molesto.

“El sistema de provisión que maneja Mamaní era de un tal Salina. Se abastecía de una vertiente de la zona y daba agua a unas cuantas familias. En diciembre le cedió el servicio a la comunidad, que extendió la red hacia los barrios Loma 1 y 2. La demanda, en consecuencia, aumentó sensiblemente”, explicó Cruz.

“Esta es la primera vez que Mamaní enfrenta una sequía desde que maneja la provisión para sus 250 usuarios. Se vio acorralada por el drama de la falta de líquido y apeló a la conexión clandestina. No le importó agravar el problema en nuestro sector”.

La cacica aseguró que Salina les entregó el servicio porque “ningún comisionado comunal lo colaboró para la ampliación de las cañerías hacia La Loma I y 2”. “La gente no podía seguir sin agua corriente y ante la falta de respuesta de la comuna no tuvimos otro remedio que tomar el líquido que es de todos. Están haciendo todo lo posible para dejarnos sin la provisión. Destruyeron nuestros tachos de depósito y desviaron el agua que baja desde el cerro hacia un zanjón”, dijo. “No queremos pelear con nadie y menos por agua. Por eso es responsabilidad del comisionado comunal buscar una solución a través del diálogo. Es un elemento vital que necesitamos él y nosotros. Con un buen aprovechamiento se puede salir del drama”.

En El Mollar la disputa por el agua entre la comuna y los comuneros genera reacciones de apoyo y de rechazo. “Mamaní debe respetar la ley y hacer los reclamos que considere dentro de las normativas vigentes en una comunidad democrática y organizada”, expuso Josefina Díaz.

“Qué bueno sería que trabajen juntos comunidad indígena y comuna. Tendríamos agua potable. Pero el delegado es manejado por su padre y se niega a juntarse con la cacica para lograr grandes cosas para el pueblo”, expresó por su parte Manuel Alvarez.

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