El reencuentro con los que no están: hubo mucho movimiento en los cementerios tucumanos

El reencuentro con los que no están: hubo mucho movimiento en los cementerios tucumanos

Ayer se celebró el Día de los Fieles Difuntos. Una tradición que aún no vuelve a la normalidad de los tiempos precovid.

LOS CAMINOS. Una flor para saludar a los seres queridos.  LOS CAMINOS. Una flor para saludar a los seres queridos.

La lluvia contrarrestó un poco el calor, pero le qutó el color al día. Todo fue gris excepto por una cosa: las flores. Se las veía en el suelo, en los nichos y en las manos de muchos de los que visitaron los cementerios de Tucumán. Es que ayer se celebró el Día de los Fieles Difuntos, en homenaje a todos aquellos que no están y también como una fecha dedicada a pedir por las almas de los que -según las creencias religiosas- aún no alcanzan la gracia de Dios.

No es un día de luto, o al menos no se siente así. Sí hay silencio, pero respetuoso y acorde con el lugar; no todo se trata de dolor, aunque está presente. Cada nombre, cada lápida, cada cruz, cada flor que se compra... todo está lleno de anécdotas, abrazos, recuerdos y sueños. Este día, este año, se vive con alegría. Con la alegría de poder volver “a visitar” a los seres que uno tanto amó. Y ama.

Según cuenta Carmen, de una de las históricas florerías de las afueras del Cementerio del Norte, este año no hay tanto movimiento de visitantes. “Ha estado muy pobre la venta -dice-; el año pasado, durante la mañana, vino más gente. Y para el Día de la Madre, este año, vino muchísima más... No se por qué este año han venido tan pocos al cementerio”.

Una fiesta

Adultos mayores solos o con algún ser querido, familias con bebés o niños, amigos que decidieron acompañarse... Los cementerios de Tucumán se llenaron de personas de todas las edades. En el Cementerio del Norte, por ejemplo, las puertas estuvieron abiertas desde temprano y desde afuera se oía música litúrgica y nombres de difuntos por los que se elevó una plegaria, al tiempo que en algún otro punto del cementerio se celebraban misas.

“Es una alegría muy grande la que se siente al poder volver a ver los seres queridos que uno tiene... Uno los llora, pero si Dios ha dispuesto llevárselos, él sabrá. Él nos trae y nos lleva, cuando él quiere, a la edad que sea”, reflexiona Mercedes Ríos, que fue a visitar la tumba dónde se encuentran sus familiares. Habla de las decisiones de Dios y de la edad porque allí está enterrado su hermano, que falleció a los 23 años. “Estoy contenta de haber podido volver, por lo menos a ponerles una flor”, cuenta. La última vez que había podido ir, fue antes de la llegada de la covid-19. “Acá me siento mas alegre, más contenta de llegar hasta dónde ellos están”, resume.

Lo mismo piensa Cristina Acosta. “El año pasado ha sido muy duro, pero con la fe de Dios, uno siempre sale adelante -comenta-; realmente, cuando es el día de las almas uno siente tristeza y angustia, pero a la vez tranquilidad, porque uno cumple con sus seres queridos”. Ella cree que estaría bueno cambiar la visión que culturalmente tenemos sobre la muerte. “Al morir, es una fiesta, ¿no? Porque el alma va a descansar... Hay muchas cosas que se dicen, que te vas a descansar, que volvés a nacer... ¿Quién sabe?”, reflexiona.

Acosta fue al cementerio a rendir homenaje a sus abuelos, a su madre, sus tíos, su hermana y unos pequeños sobrinos que ya no están. Es importante venir a visitar a los seres queridos. Es gente a la que nunca hay que olvidar, tener siempre en oraciones, venir a la bóveda, al nicho, limpiar, poner flores, velas...”, considera.

Difícil resignarse

Acompañada por un bastón y por la mano de una familiar, Berta Racedo fue también al Cementerio del Norte. “Vengo a visitar a mis padres y a mi hijo, que perdí hace poco. Ha sido un año muy duro”, relata con la voz entrecortada. “Hay que venir al cementerio. Yo vengo por lo importante que tengo ahí, que es mi hijo. No me resigno a su partida, es algo muy triste”, confirma y agrega: “la vida es una cosa que Dios nos dio. Venimos, y algún que tenemos que volver... Sabemos que algún día nos vamos a encontrar, pero por lo pronto, no hay que olvidarse de los que ya partieron”.

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