Las promesas climáticas de las automotrices se quedan cortas

Las promesas climáticas de las automotrices se quedan cortas

Las emisiones de CO2 de vehículos a motor siguen aumentando. Los fabricantes dicen que no son los únicos responsables de que no se cumplan las metas climáticas.

MERCADO. Fabricantes piden una transición rentable a energías limpias.   MERCADO. Fabricantes piden una transición rentable a energías limpias.
27 Octubre 2021

BERLÍN, Alemania.- Los fabricantes de autos y camiones han hecho suya la idea de que la reducción de las emisiones de carbono, en consonancia con el Acuerdo de París, debe ser un elemento clave de su proyecto.

¿Están haciendo lo suficiente? Los estudios muestran que sus objetivos están muy lejos de lo que se necesita, y no está claro que los fabricantes de autos sean los únicos responsables. Las empresas argumentan que su capacidad de transición a los vehículos eléctricos depende de condiciones que escapan a su control.

La consultora Boston Consulting Group dijo en un informe que el 90% de los nuevos vehículos de pasajeros y el 70% de los camiones deben ser eléctricos en 2030 para cumplir los objetivos climáticos, haciéndose eco de grupos como Greenpeace.

Entre las principales marcas, muy pocas -entre ellas Volvo de Geely y Bentley de VW- se han fijado objetivos de producción de 100% de vehículos eléctricos para entonces. Pero la mayoría argumenta que no puede responsabilizarse de la transición a vehículos eléctricos si no se dan las condiciones de mercado para seguir siendo rentables.

El fabricante alemán de autos de lujo Daimler, por ejemplo, dijo que estará “preparado para pasar a ser totalmente eléctrico cuando las condiciones del mercado lo permitan”.

“¿Es realista convertir el 100% del mercado en 2030? Sería una exageración”, dijo el director general de Daimler, Ola Kaellenius, quien añadió que espera que los países pongan su granito de arena en la cumbre COP26.

La infraestructura de recarga es uno de los retos que se interponen entre la industria del automóvil -responsable de alrededor del 18% de las emisiones de carbono- y la neutralidad climática.

Otros retos son deshacerse de autos impulsados por combustibles fósiles que aún circulan, reducir emisiones en la producción de baterías y fabricar sistemas de almacenamiento de energía renovable para garantizar que la electricidad para cargarlos proceda de fuentes renovables.

Poco y tarde

Las políticas de reducción de carbono acordadas por los gobiernos y los fabricantes de autos harán que las emisiones mundiales de CO2 procedentes de los vehículos sigan aumentando, dice un estudio del Consejo Internacional de Transporte Limpio.

Si se aplican las políticas que se están debatiendo, la trayectoria de crecimiento se estabiliza, pero no desciende, señala el estudio, que destaca la demanda en aumento por autos, colectivos y camiones en los próximos años debido al crecimiento de población y de la actividad económica en los mercados emergentes.

Mientras que uno de cada cinco vehículos vendidos en Europa en el último trimestre estaba electrificado, el porcentaje es mucho menor en Estados Unidos, en torno al 2%. Los vehículos eléctricos representan una parte aún más pequeña de las ventas en mercados como América Latina o el sudeste asiático.

Gran emisor de carbono

La mayor parte de las emisiones de un vehículo no proceden de la fabricación, sino del combustible usado para propulsarlo sea electricidad, nafta o diésel.

En el caso de los vehículos eléctricos, el proceso de fabricación de las baterías es también un importante emisor de carbono. Un Volkswagen ID.3, por ejemplo, genera casi el doble de emisiones que un equivalente diésel en la fase de producción.

Si bien los fabricantes invierten cada vez más en la producción de baterías de forma respetuosa con el medio ambiente, controlar la fuente de energía que fluye hacia los autos eléctricos es mucho más difícil.

Fabricantes como VW y Tesla están aumentando su oferta de sistemas de almacenamiento residencial para que los clientes alimenten los vehículos a través de mecanismos como paneles solares, pero la cuestión de quién es el responsable de obtener y distribuir la energía en los espacios públicos es más controvertida.

Aunque los fabricantes de automóviles inviertan en estaciones de recarga públicas, los continuos problemas de almacenamiento de energía renovable podrían obligar a los proveedores de energía a recurrir al carbón y al gas natural para satisfacer la demanda de corto plazo.

Por todo esto, es probable que incluso las economías que están a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático no alcancen los objetivos de descarbonización, como se pretende en esta cumbre. (Reuters)

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