“Siento que vine a este mundo a hacer arte, sea de la forma que sea”

“Siento que vine a este mundo a hacer arte, sea de la forma que sea”

La cantante regresa a Tucumán en formato dúo con Máximo Meyer, para actuar en CiTá. Los proyectos tras la euforia de ganar el Cantando.

CON CANCIONES PROPIAS. Máximo Meyer e Inbal Comedi actuarán hoy a las 21.30 en CiTá Abasto de Cultura. CON CANCIONES PROPIAS. Máximo Meyer e Inbal Comedi actuarán hoy a las 21.30 en CiTá Abasto de Cultura.

En hebreo, su nombre significa el badajo que golpea la campana para que suene. Pero más que la decisión de los padres de llamarla, su destino musical fue forjado en muchos años de estudio que fortalecieron su talento en cada lugar donde vivió una familia en tránsito por décadas. De hecho, ella nació en Israel, luego pasó por Canadá y Brasil y recaló en Tucumán, donde siente su lugar de pertenencia (su padre es tucumano, doctor en física y actual investigador del Conicet).

Inbal Comedi recorrió el circuito artístico con tranquilidad (y al mismo tiempo con reconocimiento, como la nominación en 2019 al Premio Hugo como mejor intérprete femenina en ensamble por “Hair”) hasta que saltó al Cantando para un Sueño del año pasado: protagonizó un torbellino que no paró hasta que terminó ganando el concurso en pareja con Agustín Cachete Sierra, con una carga de seducción en pantalla que sorprendió a quienes la conocían de antes. Esa ola la expuso como nunca y le permitió afianzarse en la escena para encarar sus propios proyectos.

“La energía está puesta en el dúo con Máximo Meyer, cantautor y actor argentino, donde ambos hacemos nuestros temas originales y versiones propias de temas populares. Estamos grabando nuestro primer EP y tocando en distintas salas de Buenos Aires y esta noche en Tucumán por primera vez, con un show íntimo mostrando un poco de lo que venimos haciendo. Siento mucha emoción poder compartir mi realidad con el público tucumano después de tanto tiempo”, le dice a LA GACETA a modo de invitación al reencuentro que tendrá lugar en CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457), esta noche a las 21.30.

- Parece haber pasado un siglo desde que ganaste el Cantando, pero fue hace poco más de un año. ¿En qué etapa estás de tu música, luego de haber pasado esa euforia?

- Estoy en un hermoso momento creativo. Este año fue muy revelador para mí, y estoy con este proyecto con Máximo que me apasiona muchísimo. Sin dudas la exposición que tuve me ayudó mucho a que nuevas personas me sigan y conozcan un poco de lo que hago. El Cantando 2020 llegó en el momento más raro del mundo, estábamos en plena pandemia y fue un trabajo que me hizo crecer como performer y a nivel personal. Lxs que me conocen en profundidad saben que soy del más bajo perfil, así que obviamente fue una experiencia muy fuerte y también me hizo aprender a trabajar bajo presión. Fue una oportunidad enorme y súper importante en mi carrera. Y haber ganado el programa fue una gran sorpresa, que me permitió impulsar muchas ideas hermosas que seguirán desarrollándose y saliendo a la luz.

- Tu nombre en castellano remite a la música, ¿estabas predeterminada desde la cuna?

- Mis padres, ambos cantantes, y amantes de la música, nos incentivaron desde chicos a hacer arte, a jugar, a crear y siempre nos apoyaron mucho (a los cuatro hermanxs Comedi) a seguir nuestros sueños. Siento que vine a este mundo a hacer arte, sea de la forma que sea, y agradezco eternamente haber crecido rodeada de personas que me apoyaron a seguir un camino que es incierto y a la vez de autoconocimiento y superación.

- ¿En qué idioma cantaban tus padres, qué instrumentos había en tu casa?

- Cantaban en hebreo, español y portugués. En mi casa siempre se escuchó música de todos los estilos (clásica, oriental, celta, jazz, folclore, rock argentino, bossa nova, etcétera). Desde los cuatro años, me llevaron a una orquesta y coro juvenil en Brasil (estuve como música hasta los ocho años), donde aprendí a leer partitura, a tocar la flauta, la percusión y el violín. Tuve mis primeros trabajos grabando jingles desde muy chica, grabamos un CD con la orquesta y tocamos en distintos teatros de Campiñas, Brasil. Luego, con mi papá aprendí a tocar la guitarra, y más adelante aprendí a tocar el piano.

- Tu vida fue bastante nómade, incluyendo tu paso tucumano. ¿Dónde te gustaría afincarte? ¿Buenos Aires es una imposición del mercado?

- Si, desde chica estuve viviendo entre Israel, Brasil y Canadá, hasta 2006, que llegamos a la Argentina y nos instalamos en Tucumán. En 2013 me vine sola a Buenos Aires a formarme en teatro musical, me enamoré de la ciudad y me quedé. Siento un amor muy grande por este país, pero obviamente estamos viviendo un momento de mucha crisis y más siendo artista. Es difícil vivir al 100% de lo que amo, te miento si te digo que no tengo en cuenta otros países en un futuro. Confío mucho en que lo tenga que pasar, se va a ir dando, así que siempre estoy atenta a las señales de la vida y por dónde me va llevando. Por ahora me la sigo jugando por la Argentina y por hacer mi arte en este lugar que hoy puedo llamar mi casa.

- ¿Te mueve algo adentro cuando se te menciona Tucumán?

- Amo Tucumán, la gente, la cultura, los paisajes. Mi papá es tucumano y toda mi familia vive ahí, así que siempre voy a sentir una gran conexión con la provincia, sumado a que una gran parte de mi formación artística empezó allá. Estudié Artes Plásticas y Lutheria en la Facultad de Artes y Piano en el Instituto Superior de Música de la UNT. Luego empecé mi formación de teatro musical en Chapeau y fue un camino de ida. Gracias a ese espacio, descubrí mi pasión por el género.

- Si se prohibiese cantar, ¿qué harías como plan B?

- ¡Actuar! Desde que soy chica que tengo un amor fuerte por la actuación, sea en el cine o en el teatro. Actuar es algo que amo hacer y por eso me enamoré tanto del teatro musical, pues reúne dos áreas que me apasionan muchísimo.

- Tu recorrido musical abarca distintos géneros, ¿con cuál te sentís más cómoda?

- Amo el indie folk, es un estilo que siento que me representa mucho por la profundidad de su poesía, la atmósfera íntima que se crea con el espectador a través de su transparencia, su sonido acústico y su simpleza. Todos mis temas tienen mucha influencia de ese estilo y también del rock. De cualquier manera, me es difícil definir al 100% lo que hago porque tengo influencias de distintos géneros y culturas y no logro encasillarme en uno. Es lindo poder fusionar y estar en constante exploración.

- ¿A quiénes escuchás como referencia artística?

- Siento que tengo muchos referentes pero te digo a quienes escucho mucho actualmente: Anais Mitchell, Glen Hansard, Sarah Bareilles, Jacob Collier, Ella Fitzgerald, Etta James, Madison Cunnigham, Lianne La Havas, Victory, José Gonzalez, The Staves, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y Lisandro Aristimuño.

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