La mano de Waller-Bridge definió al nuevo 007

La mano de Waller-Bridge definió al nuevo 007

La escritora colaboró con el guión de la última película de James Bond, a pedido del protagonista Daniel Craig.

ENCUENTRO DISTINTO. James Bond ya no toma la iniciativa del romance.  ENCUENTRO DISTINTO. James Bond ya no toma la iniciativa del romance.
01 Octubre 2021

La última película de 007, “Sin tiempo para morir”, acompaña los nuevos tiempos, especialmente si pensamos en el feminismo y el movimiento del MeToo que conquistó Hollywood. La mano de la guionista Phoebe Waller-Bridge se nota en esta entrega del popular espía de la pantalla gigante: Bond, James Bond.

La multipremiada actriz, escritora y responsable de las series “Fleabag” y “Killing Eve” (tiene en su haber Globos de Oro y del Sindicato de Actores) repartió a los medios internacionales declaraciones sobre la flamante película y su posible evolución. “Creo que Bond es James Bond. Solo tenemos que preparar a alguien para rivalizar con él”, dijo sobre la hipótesis de que una mujer ocupe el lugar que deja Daniel Craig. La guionista fue elegida por el propio protagonista para su despedida en la piel del personaje que disfrutó tanto hacer.

Waller-Bridge explicó a los medios británicos que se sumó al guión cuando ya se encontraba en marcha: “Ya había un texto, tenía algunas cosas en las que querían ir en una dirección diferente, que el trabajo de los personajes fuera aún más profundo y tuviera más matices. Brindé una mirada general a todo. Fue una experiencia maravillosa, fue una colaboración, no fue completamente mi visión”.

“El Bond de Craig, desde ‘Casino Royale’ hasta ahora es diferente. Con respecto a las mujeres, en este último film vemos a un espía monógamo a diferencia de los otros que eran ‘cuánta mina que tengo’. Eso ya es un gran cambio en la saga en general. No podemos saber con certeza qué incidencia tuvo Waller-Bridge, porque fueron cuatro personas quienes escribieron el filme, pero sí vemos al personaje de Madeleine (a cargo de Léa Seydoux) que encara a 007 contra la pared antes de tener relaciones sexuales y, al final, están los dos en la cama pero ella está sobre él. Algo impensado en otras entregas”, explicó el crítico de cine de Clarín, Pablo O. Scholz, en diálogo con LA GACETA.

El periodista, que no quiso “spoilear” ningún detalle de la producción, advirtió que hay que quedarse hasta después de los créditos porque hay una gran sorpresa para los fans. “Lo cierto es que Bond evolucionó, se aggiorna permanentemente a los tiempos que corren. Y en esta última película que dura casi tres horas, la corrección política marca los tiempos”, dijo.

El machismo pasado

“Escenas machistas hay un montón y serían muy difíciles, si no imposibles, filmar hoy en día. Los Bond interpretados por Sean Connery o Roger Moore en los 60 y 70 les daban palmaditas en la cola a las mujeres, las cacheteaban, aparte de los besos forzados. Claramente el concepto de ‘no es no’ aún no formaba parte del mundo en general ni del cine en particular. Las ‘chicas Bond’ solían ser personajes sexualizados (como Úrsula Andress en bikini blanca en ‘El satánico Dr. No’). Estas mujeres eran hermosas y mucho más jóvenes que él. Algunas hasta tenían nombres con reminiscencias sexuales, como Pussy (así se denominan los genitales femeninos en inglés) Galore en ‘Goldfinger’. Muchas veces son utilizadas como punto débil del héroe: le gustan y los villanos las amenazan para tratar de neutralizarlo. En ‘Al servicio de su Majestad’, Bond se casa pero el villano mata a la esposa cuando se están yendo a la luna de miel”, detalló a LA GACETA la periodista Astrid Riehn (Página/12 y La Nación).

“Con los años la forma de representarlas fue cambiando: se volvieron más fuertes, como Eva Green en ‘Casino Royale’ (2006), que ya no aparecía ligera de ropas. En 2015, en ‘Spectre’, aparece una mujer madura como Mónica Belucci, que no es una jovencita. Las películas fueron mutando de acuerdo con los cambios en la sociedad. Dicho esto, quiero aclarar que esto no significa que esté a favor de la cultura de la cancelación. No creo que estas películas de los 60 y 70 no deban ser vistas por ser machistas para nuestros parámetros actuales. Muchas de ellas siguen siendo muy buenas películas, solo que forman parte de otro contexto histórico. Hay que leer todas las obras en su contexto histórico y cultural y, en todo caso, verlas sabiendo que antes las cosas eran distintas y a partir de ahí analizar qué es deseable no volver a repetir. Pero no creo que haya que borrarlas de la historia del cine por eso”, agregó.

Sobre la vigencia del personaje, Fernanda Mugica (La Nación) analiza: “Alfred Hitchcock decía que el cine no eran porciones de vida sino de torta; los filmes de Bond entran en esta categoría. Con sus escenas de acción extrema, escenarios elegantes, autos de lujo y mujeres hermosas, fueron un entretenimiento aspiracional para un público, en su mayoría, masculino. La franquicia se mantuvo al día de los cambios culturales, que en el nuevo milenio obligan a un replanteo sobre cómo hacer un 007 que atraiga al público de esta época. Un rol distinto para las mujeres, que vaya más allá del objeto de deseo y las posibilidades de elegir a un Bond de otra raza, están en la discusión pública sobre el futuro de un espía nacido durante la Guerra Fría”.

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