78 microrrelatos para que disfruten chicos y grandes

78 microrrelatos para que disfruten chicos y grandes

“Microteca”, novedad editorial de La Papa, armoniza voces nuevas y consagradas. Marisa Guanca y Juan Pablo Gil Sáez brindan su visión.

PORTADA. El volumen puede adquirirse en la tienda virtual del sello tucumano independiente La Papa.    PORTADA. El volumen puede adquirirse en la tienda virtual del sello tucumano independiente La Papa.

“El microrrelato y el relato como herramienta en el aula”, explica desde la portada el libro publicado por la editorial independiente tucumana La Papa. Pero “Microteca” está lejos de reducirse al universo educativo o de simplificarse bajo el rótulo de “literatura infantil”. A lo largo de 78 microrrelatos, obra de 27 escritores y escritoras de Tucumán -o identificados con la provincia-, “Microteca” seduce sin distinción de edades. Compiladas por Monica Cazón, son historias para disfrutar, estimulantes ejercicios de la imaginación. De ellas hablan Marisa Guanca y Juan Pablo Gil Sáez, dos de los autores que aceptaron el desafío y forman parte de esta flamante “Microteca”.

- ¿Cuál es el texto que aportaste para “Microteca”? ¿De qué trata? ¿Y por qué lo elegiste?

- MG: los textos son tres: “Ajuste de cuentas”, “De 14 a 17” y “Puentes o fronteras”. “Ajuste de cuentas” es sobre una pequeña venganza por manos propias de una conocida niña de la literatura infantil hacia el feroz personaje que la atacó; “De 14 a 17” trata sobre un encuentro a la siesta de una figura particular con un niño incrédulo; y “Puentes o fronteras” habla de la inocencia, de la amistad pero también de la crueldad y la discriminación. Los seleccioné pensando en los destinatarios finales, lectores en edad escolar abiertos a la capacidad imaginativa, al interrogante, ávidos de historias que no siempre terminan bien. Que en estos textos se encuentren no con “un mensaje” sino con sentidos posibles a construir desde un papel muy activo que estoy segura tienen. Por otro lado pensé también en quienes son mediadores para que esos encuentros entre niños y textos literarios sucedan: los docentes.

- JPGS: aporté tres textos que pretenden romper un poco con la homogeneidad, con los estereotipos y los mandatos sociales. Creo que la misión de la literatura infantil, en estos tiempos, es romper con los patrones mentales impuestos, para que las nuevas generaciones sean más libres y construyan su mundo basado en valores personales.

- ¿Cómo funciona tu proceso de escritura? ¿Cuáles son los temas que abordás?

- MG: en realidad no suelo ser muy sistemática, ahora que lo pienso al menos en la frecuencia para escribir y aún necesito seguir aprendiendo mucho, pero desde niña me recuerdo escribiendo poemas y cuentos. Siempre tuve y tengo cuadernitos borradores. Comienzo por lo general “rumiando” alguna idea que garabateo en mi cuaderno de turno. Inmediatamente planifico un final, un cierre. Escribo y tacho a la vez (no tiene el mismo efecto la lapicera que el Supr). Algunas veces necesito investigar un poco más y luego puedo corregir, pero sólo un poquito, no es que prefiera los errores o la falta de “estilo” sino que elijo las palabras o estructuras que me habitan. Recién ahí paso a la computadora. Respecto de los temas que abordo casi siempre encuentro el paisaje rural de mi Trancas, las migraciones, la maternidad, la muerte, la infancia y mis encuentros con otros textos, pero en realidad, en mí los temas y la voz siguen siendo búsquedas.

- JPGS: las ideas me asaltan la mente de manera repentina y siempre tengo a mano algún cuaderno para plasmarlas de inmediato. Siento que soy apenas un canal. En literatura infantil suelo abordar temáticas contraculturales, las paradojas, el humor y los juegos. Suelo estar influenciado por temas mitológicos, los arquetipos y el camino del autoconocimiento.

- ¿Qué te seduce de un género como el microrrelato? ¿Cuáles crees que son sus claves?

- MG: me seduce mucho la economía de las palabras, el silencio que lo rodea y la necesidad de un lector que aporte lo suyo para que sea. Amo ser esa lectora que asume el desafío de desenmarañar sentidos, de ser cómplice de quien escribe. Respecto de sus claves, son para mí las que escuché y leí siempre en los maestros Rogelio Ramos Signes, Ana María Mopty, Mónica Cazón, Julio Estefan y con ellos David Lagmanovich: además de la brevedad y de la virtualidad narrativa, el discurso condensado, la elipsis, la intensidad, lo sugerente. Tiene una hermosa complejidad. Me gusta además pensar en las palabras de Imbert: “es un fruto redondo concentrado en su semilla”.

- JPGS: Desde siempre me gustaron los textos breves: haikus, palíndromos, aforismos, koans, pero en el microrrelato empecé a incursionar muy recientemente, por influencia de Mónica Cazón. El mayor desafío es conseguir la síntesis y el impacto, sin perder la claridad. Creo que es el género literario más eficaz para atraer la atención en los tiempos de aturdimiento que estamos viviendo. Espero que esta “Microteca” sea una herramienta útil para acercar la literatura a las generaciones de la nueva era.

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