Por Guillermo Monti
25 Julio 2021
UNA MARAVILLA DEL VIEJO TUCUMÁN. La estación de servicios de San Martín y Rivadavia en todo su esplendor, cuando además de vender nafta Standard Oil se hacía mecánica. Hoy el espacio se utiliza como estacionamiento.
Con motivo de la remodelación de la plaza Independencia, LA GACETA publicó este mes un suplemento especial dedicado a resaltar la riqueza histórica y urbanística del microcentro capitalino. Muchos lectores quedaron sorprendidos por una imagen que reveló la presencia de un surtidor de YPF en plena calle 24 de Septiembre, a escasos metros de la Catedral.
LA HISTÓRICA “YATASTO”. Estaba en San Lorenzo y Congreso, en la esquina de la Casa Histórica. Arriba se aprecia el plano original. Luego, el esplendor y el fin.
El hallazgo fotográfico nos recuerda que la relación entre los surtidores y San Miguel de Tucumán es centenaria. Fue en la década del 20 del siglo pasado cuando la Municipalidad reguló la venta de combustibles, que antes se hacía libremente en la calle. Y ese surtidor que muestra la foto, instalado en la vereda de la plaza Independencia, fue adjudicado a Rafael Paz.
EN LA PLAZA INDEPENDENCIA. Fueron los primeros surtidores de YPF de Tucumán. Este se ubicaba sobre 24 de Septiembre. Otro estaba en la calle San Martín.
La miscelánea liberó infinidad de recuerdos y apareció en sobremesas y charlas de café el registro de tantas estaciones de servicio que dejaron una huella en la ciudad y ya no están. O que permanecen cerradas desde hace tiempo, generando la inquietud sobre el destino de las propiedades. Los cambios en la naturaleza del negocio fueron notorios y las viejas estaciones son minishoppings. Como dice Gustavo Sanz, propietario de la clásica Oasis en Banda del Río Salí, la clave es reinventarse para perdurar. Este reportaje fotográfico lo demuestra.
SURTIDORES EN EL INTERIOR DE LA VIEJA TERMINAL. Nada más cómodo para los ómnibus que salían desde el corazón de El Bajo. Se mantuvieron hasta los años 90.
¿RECUERDAN LOS BOCADE? Era todo un contratiempo cuando no los recibían en las estaciones.
AQUELLA APUESTA DE TUCUMÁN. La venta de Alconafta apuntaba al desarrollo de la industria azucarera.
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