Los argentinos están agrietados, egoístas e impacientes

Los argentinos están agrietados, egoístas e impacientes

Los efectos de la pandemia y de la política en el humor social, según la consultora Zuban Córdoba y Asociados.

SONDEO. Los argentinos están agrietados, egoístas e impacientes. SONDEO. Los argentinos están agrietados, egoístas e impacientes.

El efecto de los 15 meses continuos de pandemia de la covid-19 ha trastocado la conducta de los argentinos. De hecho, un relevamiento realizado a principios de este mes por la consultora Zuban Córdoba y Asociados ha dejado en claro una autoevaluación sobre cómo se percibe la sociedad: agrietada, egoísta e impaciente.

La prolongada cuarentena del año pasado, la permanente sensación de vivir en crisis económica y la ansiedad por pelearle a la covid-19 con las escasas vacunas que van llegado a la Argentina constituyen un cóctel que ha derivado en estas sensaciones negativas de la población.

De acuerdo con el sondeo, cuatro de cada 10 consultados ha contestado que siente una sensación más fuerte de agrietamiento en el país. Un 25% de los participantes que residen en los principales aglomerados urbanos del país cree que se ha potenciado el egoísmo. "En líneas generales, estamos en un momento más que crítico, por la incertidumbre acerca de cómo avanzará el sistema de vacunación que no alcanza a mitigar el horizonte acerca de cuándo será el momento en que recuperaremos el clima económico previo a la pandemia", señala a LAGACETA.Com Gustavo Córdoba, uno de los directores de la consultora.

Más allá de la dicotomía entre economía y salud, lo que el diagnóstico privado refleja es la enorme brecha que hay en la sociedad que canaliza a través de sentimientos negativos. "Da la sensación de que esta suerte de tomografía computada de los argentinos va más allá de que la gente se vacune con tal o cual vacuna, que el Gobierno intente darle algunos incentivos o le ponga alfombras rojas coyunturales; estamos frente a un momento en el que perdimos de vista el bienestar general y no nos importa lo colectivo", puntualiza el experto en Comunicación Política. Parafraseando a Mario Riorda -otro especialista en comunicación-, Córdoba expresa: "no estamos sobre el fuego, sino en el fuego". De allí la inestabilidad emocional colectiva.

Respecto de la gestión del presidente, Alberto Fernández, el reporte señala que la desaprobación sigue creciendo -el 55,4% opina de esa manera y un 42% la aprueba-, y ya acumula un descenso de 10 puntos porcentuales respecto de enero.

Esa tendencia también se ha evidenciado en la figura presidencial casi en los mismos porcentajes. Otra de las conclusiones de la encuesta es que otros dos dirigentes como Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri -ambos representan el núcleo duro de la política- no pueden repuntar en su imagen política, mientras que Horacio Rodríguez Larreta -observado como un moderado o conservador de la política- evidencia un repunte de su imagen.

Zuban Córdoba y Asociados también abrió el juego de las opiniones sobre los hechos, sino también sobre los dichos de los políticos. Algunos ejemplos:

"Yo tengo la tranquilidad de decir que pude cumplir con las promesas que hice en la campaña. Se lo puedo decir mirándole a los ojos a los argentinos". La frase del presidente de la Nación ha cosechado el 62,2% de opiniones negativas (un 23,3% de bronca; otro 22,5% de rechazo y un 16,4% de decepción), mientras que sólo un 35% se ha expresado con esperanza, aceptación y alegría.

"Cuando era presidente, a las 19 cortaba todo y me ponía a ver Netflix". Los dichos del ex presidente Macri causaron el 65% de opiniones negativas, entre bronca (27,7%), rechazo (20,5%) y decepción (16,8%). El 24% de las respuestas se inclinó por la aceptación, la alegría y la esperanza.

"A Pfizer le podríamos haber dado las Islas Malvinas". La polémica frase de la líder del PRO Patricia Bullrich cosechó el 68,5% de opiniones negativas; solo un 9,9% las avaló.

"La oposición debe bajar la tensión y la obsesión que tienen con Pfizer". Los dichos del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, implicaron el 51,3% de opiniones negativas y 32,7% de respuestas positivas.

En muchos casos, la caída de la imagen y las opiniones que los políticos expresan ante la sociedad es otra muestra del divorcio de la agenda de prioridades de temas, apunta Córdoba. De allí que los resultados acerca del malhumor social no deben sorprender, pero sí servir para que la dirigencia focalice sus acciones a reconstruir el tejido social, con acciones colectivas más que con proyectos individuales.

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