Cartas de lectores III: relación médico-paciente

Cartas de lectores III: relación médico-paciente

23 Mayo 2021

Y la instrucción fue clara: a usar barbijos, anteojeras, pantallas, distanciamiento y de ser posible consulta presencial breve. Y nuestra relación médico-paciente (vital para el arte de curar) se resintió recibiendo todo el impacto de una pandemia que nos obligó a cambiar nuestra labor como médicos. Y digamos que esto fue realmente muy necesario, diría imprescindible para sortear epidemiológica e infectológicamente el momento signado por el alto contagio de la enfermedad. Hace unos años nomás, nuestros maestros no se cansaban de enseñarnos, convencidos, que un buen diagnóstico se desprendía de la mano de una anamnesis o interrogatorio clínico detallado, bien hecho, en un 60%. Preguntando sobre las características de los síntomas, antecedentes, lugar de residencia, hábitos, etc. y era cierto: Esto era así. Pedro Cossio, médico tucumano y referente de la cardiología mundial, era corriente y famoso que daba sus clases con un paciente al que no conocía y que interrogaba, examinaba y auscultaba llegando a un buen diagnóstico presuntivo delante de sus alumnos y todo ello con muy poco. Hoy no concebible con la gran cantidad de exámenes complementarios existentes por supuesto. Pero hete aquí que, y lo digo con muchos años de ejercicio profesional, sigo pensando como muchos pares que: “la clínica sigue siendo la soberana”. Y no está muy lejos el día en que (Dios mediante) y permítaseme soñar con ello, recuperaremos esa relación médico-paciente fluida y extraordinaria y que volverá a ser como antes: sin escafandras, ni barbijo, ni distanciamiento y en el convencimiento pleno que de la mano de una vacunación masiva derrotaremos finalmente a la pandemia. Porque si bien este virus impactó fuertemente en la sociedad, no puedo dejar de ilusionarme, como muchos, con el día que todo esto quede atrás. Y soy optimista. René Teófilo Laennec inventó en 1819 nuestro estetoscopio y con él siempre coronamos nuestra evaluación clínica profesional y ¡qué vigencia todavía hoy! Imprescindible. Además de la palabra justa, el gesto adecuado, la indicación precisa y hasta el dibujo explicativo que uno ensaya en el afán de que el enfermo comprenda su dolencia, y todo ello dentro de nuestro consultorio. “No puede el médico curar sin tener presente al enfermo”; palabras que se le atribuyen a Séneca, dichas hace 2.000 años. Sepamos sacar de este tiempo complicado y dramático las enseñanzas para un futuro no tan lejano.

Juan L. Marcotullio

Ituzaingó 1.252

Yerba Buena

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios