23 Mayo 2021
“No vamos a negar que lo que hizo es totalmente repudiable, pero hay que tener en cuenta las circunstancias en las que se desencadenó el incidente y los problemas de salud que tiene”, comentó a LA GACETA César Avellaneda, defensor José Hernán Díaz.
El profesional informó que el imputado tuvo un accidente por querer levantar el celular que se le había caído en el interior del vehículo. “A los pocos minutos llega la Policía y lo agrede gratuitamente. Tenía el ojo y el labio hinchado por los golpes que recibió”, señaló. El jefe interino de la Unidad Regional Capital desmintió esa versión.
“Hay una realidad. Díaz no se había inyectado insulina en 48 horas y eso podría haber generado su estado de ánimo. Además, él dijo que había roto accidentalmente el respirador y sí reconoció haber pateado el monitor. Y esa fue su reacción cuando se enteró de que los policías habían llegado para aprehenderlo, ya que acababa de ser agredido por ellos”, explicó Avellaneda.
El defensor del imputado desmintió que el hombre haya sustraído el tensiómetro como trascendió en las últimas horas. “Eso es imposible porque él salió del hospital acompañado por policías”, destacó. Tampoco pudo precisar si estaba alcoholizado o dar una explicación sobre por qué no permitió que se le hiciera un análisis de sangre. “La primera entrevista que tuve con él fueron varias horas después del incidente y no tenía signos de haber tomado alcohol”, especificó.
“Sí es cierto que tuvo algunas inconductas durante la audiencia, pero se podrían haber originado porque no había tomado su medicación. Me encargué personalmente de pedir las disculpas correspondientes”, argumentó.
Avellaneda confirmó que no impugnó la resolución del juez Rafael Macoritto porque dejó abierta la puerta para que solicite el arresto domiciliario. “Creo que no habría inconvenientes para que se la den. Sólo faltaría que presente información sobre dónde vive. Además, hay que tener en cuenta su delicado estado de salud”, dijo.
El defensor de Díaz opinó que por el momento es muy prematuro pensar que pueda proponer un resarcimiento económico por lo que hizo. “Si bien es cierto que él declaró que es un empresario textil, no puedo confirmar que los ingresos que dijo tener sean reales. No se olvide de que no estaba bien cuando declaró”, concluyó Avellaneda.
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