Chau, profe; gracias por la pelota y por la poesía

Chau, profe; gracias por la pelota y por la poesía

Murió Roberto García. Sentí un gran dolor en el alma. Fue nuestro primer tutor-profesor en primero preparatorio. Nunca olvido aquel Día del Estudiante en el Gymnasium, él entrando al curso con una bolsita de plástico y diciéndonos “feliz día”. Abrió la bolsa, llamó al capitán del equipo y le entregó el regalo: una pelota N° 5 Pintier que estaba buenísima. Nos enseñaba Lengua y Literatura. Nos trataba de Ud. Era un Ud. entre cariñoso y respetuoso, pero yo sentía que era el aporte suficiente para que nos sintiéramos grandes. Éramos los más chicos del colegio pero éramos grandes porque a pesar de nuestra edad teníamos el régimen de secundario. Cuando empecé a trabajar en LA GACETA me volví a encontrar con este hombre mayúsculo. Nunca fui su amigo, tal vez porque lo respetaba demasiado y creo que la amistad con respeto, como el amor, nunca se reciben de verdadera amistad o de verdadero amor. Sin embargo, era la voz de referencia. La voz tranquila de la sabiduría sin estridencias, sin tonos altos, sin broncas, sin envidias.

Roberto fue un grande. Recuerdo cuando nos enseñaba metáforas con poesías de Rubén Darío y me emociono repensando el día que me llamó a su escritorio para felicitarme por un Panorama Tucumano que había escrito y que se titulaba “Cuidemos las palabras”.

Siento mucha tristeza por su partida. Alguna vez, muchos lo tuvimos al frente en el aula y yo tuve la suerte de tenerlo también al lado, también alguna vez. Todos compartimos ahora la tristeza que me dio sentir que se fue el Profe García, pero que antes de partir nos dejó la magia creativa de la poesía y una pelota de fútbol que tanta alegría transmite al rodar por una cancha.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios